Inmersion Mesias - Flipbook - Página 355
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M ateo
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del daño: “Ojo por ojo, y diente por diente”. Pero yo digo: no resistas a la
persona mala. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, ofrécele
también la otra mejilla. Si te demandan ante el tribunal y te quitan la ca
misa, dales también tu abrigo. Si un soldado te exige que lleves su equipo
por un kilómetro, llévalo dos. Dales a los que te pidan y no des la espalda
a quienes te pidan prestado.
»Han oído la ley que dice: “Ama a tu prójimo” y odia a tu enemigo.
Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen! De esa
manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el
cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía
la lluvia sobre los justos y los injustos por igual. Si solo amas a quienes te
aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de
impuestos hacen lo mismo. Si eres amable solo con tus amigos, ¿en qué te
diferencias de cualquier otro? Hasta los paganos hacen lo mismo. Pero tú
debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.
»¡Tengan cuidado! No hagan sus buenas acciones en público para que
los demás los admiren, porque perderán la recompensa de su Padre, que
está en el cielo. Cuando le des a alguien que pasa necesidad, no hagas lo
que hacen los hipócritas que tocan la trompeta en las sinagogas y en las
calles para llamar la atención a sus actos de caridad. Les digo la verdad, no
recibirán otra recompensa más que esa. Pero tú, cuando le des a alguien
que pasa necesidad, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha.
Entrega tu ayuda en privado, y tu P
adre, quien todo lo ve, te recompensará.
»Cuando ores, no hagas como los hipócritas a quienes les encanta orar
en público, en las esquinas de las calles y en las sinagogas donde todos pue
den verlos. Les digo la verdad, no recibirán otra recompensa más que esa.
Pero tú, cuando ores, apártate a solas, c ierra la puerta detrás de ti y ora a tu
Padre en privado. Entonces, tu Padre, quien todo lo ve, te recompensará.
»Cuando ores, no parlotees de manera interminable como hacen los
gentiles. Piensan que sus oraciones recibirán respuesta solo por repetir las
mismas palabras una y otra vez. No seas como ellos, porque tu Padre sabe
exactamente lo que necesitas, incluso antes de que se lo pidas. Ora de la
siguiente manera:
Padre nuestro que estás en el cielo,
que sea siempre santo tu nombre.
Que tu reino venga pronto.
Que se cumpla tu voluntad en la tierra
como se cumple en el cielo.
Danos hoy el alimento que necesitamos,
y perdónanos nuestros pecados,
así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros.
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