Inmersion Mesias - Flipbook - Página 326
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INMERSIÓN
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MESÍAS
dedicados a Cristo y a ser buenos ciudadanos. Deben mantener su
consciencia limpia, honrar al emperador y adorar a Cristo. Esa es toda
la defensa que necesitan.
Cuando parece que Pedro está por terminar su carta con una doxología («¡A él sea toda la gloria y todo el poder por siempre y para
siempre! Amén»), sigue adelante con un tema ligeramente diferente.
A lo mejor recibió nuevas noticias acerca de los destinatarios antes de
que Silas (un amigo que probablemente hizo las veces de escriba y
mensajero) partiera para entregar la carta.
«Queridos amigos», continúa Pedro, «no se sorprendan de las pruebas de fuego por las que están atravesando, como si algo extraño
les sucediera». Esos nuevos creyentes probablemente no esperaban
que su fe en Jesús los llevara tan directamente a los problemas y los
insultos. A lo mejor incluso se sintieron desilusionados con Dios por
el rumbo que habían tomado las cosas. Pedro les dice que en realidad deberían alegrarse mucho «porque estas pruebas los hacen ser
partícipes con Cristo de su sufrimiento». Eso recuerda el lenguaje de
Pedro en una sección anterior de la carta: «Cristo sufrió por ustedes.
Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos». Esto debe recordarnos
el mensaje del Evangelio de Marcos, probablemente fundamentado
sobre el relato de Pedro. Allí vimos que Jesús mismo marcó el camino
del sufrimiento y el servicio, y enseñó a sus discípulos que debían seguir
ese mismo camino.
Con este tratamiento adicional del tema del sufrimiento, Pedro termina su carta. Después de repetir su doxología («¡A él sea todo el
poder para siempre! Amén»), ofrece una última palabra de estímulo:
«Mi propósito al escribirles es alentarlos y asegurarles que lo que están
atravesando es en verdad parte de la gracia de Dios para ustedes.
Manténganse firmes en esta gracia».
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