Inmersion Mesias - Flipbook - Página 226
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INMERSIÓN
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MESÍAS
14:5–15:1
Del mismo modo, algunos piensan que un día es más sagrado que otro,
mientras que otros creen que todos los días son iguales. Cada uno debería
estar plenamente convencido de que el día que elija es aceptable. Los que
adoran al S eñor un día en particular lo hacen para honrarlo a él. Los que
comen toda clase de alimentos lo hacen para honrar al S eñor, ya que le dan
gracias a Dios antes de comer. Y los que se niegan a comer ciertos alimen
tos también quieren agradar al Señor y le dan gracias a Dios. Pues no vivi
mos para nosotros mismos ni morimos para nosotros mismos. Si vivimos,
es para honrar al Señor, y si morimos, es para honrar al S eñor. Entonces,
tanto si vivimos como si morimos, pertenecemos al S eñor. Cristo murió y
resucitó con este propósito: ser S eñor de los vivos y de los muertos.
¿Por qué, entonces, juzgas a otro creyente? ¿Por qué menosprecias a
otro creyente? Recuerda que todos estaremos delante del tribunal de Dios.
Pues dicen las Escrituras:
«Tan cierto como que yo vivo —dice el Señor—,
toda rodilla se doblará ante mí,
y toda lengua declarará lealtad a Dios».
Es cierto, cada uno de nosotros tendrá que responder por sí mismo ante
Dios. Así que dejemos de juzgarnos unos a otros. Por el contrario, propón
ganse vivir de tal manera que no causen tropiezo ni caída a otro creyente.
Yo sé —y estoy convencido por la autoridad del Señor Jesús— que nin
gún alimento en sí mismo está mal; pero si alguien piensa que está mal
comerlo, entonces, para esa persona, está mal. Si otro creyente se angustia
por lo que tú comes, entonces no actúas con amor si lo comes. No per
mitas que lo que tú comes destruya a alguien por quien Cristo murió.
Entonces no serás criticado por hacer algo que tú crees que es bueno. Pues
el reino de Dios no se trata de lo que comemos o bebemos, sino de llevar
una vida de bondad, paz y alegría en el Espíritu Santo. Si tú sirves a Cristo
con esa actitud, agradarás a D
ios y también tendrás la aprobación de los
demás. Por lo tanto, procuremos que haya armonía en la iglesia y tratemos
de edificarnos unos a otros.
No destruyas la obra de Dios a causa de lo que comes. Recuerda que
todos los alimentos están permitidos; lo malo es comer algo que haga tro
pezar a otro. Es mejor no comer carne ni beber vino ni hacer ninguna otra
cosa que pudiera causar que otro creyente tropiece. Tal vez crees que no
hay nada malo en lo que haces, pero mantenlo entre tú y Dios. Benditos
son los que no se sienten culpables por hacer algo que han decidido que es
correcto. Pero si tienes dudas acerca de si debes o no comer algo en parti
cular, entonces es pecado comerlo, pues no eres fiel a tus convicciones. Si
haces algo que crees que está mal, pecas.
Los que somos fuertes debemos tener consideración de los que son
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