Inmersion Mesias - Flipbook - Página 199
4:27–5:12
G á latas
187
la otra mujer, Sara, representa la Jerusalén celestial. Ella es la mujer libre y
es nuestra madre. Como dijo Isaías:
«¡Alégrate, oh mujer sin hijos,
tú que nunca diste a luz!
¡Ponte a gritar de alegría,
tú que nunca tuviste dolores de parto!
¡Pues la mujer desolada ahora tiene más hijos
que la que vive con su esposo!».
Y ustedes, amados hermanos, son hijos de la promesa igual que Isaac;
pero ahora son perseguidos por los que quieren que cumplan la ley, tal
como Ismael —el hijo que nació del esfuerzo humano— persiguió a Isaac,
el hijo que nació por el poder del Espíritu.
¿Pero qué dicen las Escrituras al respecto? «Echa fuera a la esclava y a su
hijo, porque el hijo de la mujer esclava no compartirá la herencia del hijo
de la mujer libre». Así que, amados hermanos, no somos hijos de la mujer
esclava; somos hijos de la mujer libre.
Por lo tanto, Cristo en verdad nos ha liberado. Ahora asegúrense de per
manecer libres y no se esclavicen de nuevo a la ley.
¡Presten atención! Yo, Pablo, les digo lo siguiente: si dependen de la
circuncisión para hacerse justos ante D
ios, entonces C
risto no les servirá
de nada. Lo repito: si pretenden lograr el favor de Dios mediante la circun
cisión, entonces están obligados a obedecer cada una de las ordenanzas de
la ley de Moisés. Pues, si ustedes pretenden hacerse justos ante Dios por
cumplir la ley, ¡han quedado separados de Cristo! Han caído de la gracia
de Dios.
Sin embargo, los que vivimos por el E
spíritu esperamos con anhelo re
cibir por la fe la justicia que D
ios nos ha prometido. Pues, una vez que
depositamos nuestra fe en Cristo J esús, de nada sirve estar o no circunci
dado. Lo importante es la fe que se expresa por medio del amor.
Ustedes corrían muy bien la carrera. ¿Quién les impidió seguir la verdad?
Seguro que no fue D
ios, porque él es quien los llamó a ser libres. ¡Esa falsa
enseñanza es como un poquito de levadura que impregna toda la masa!
Confío en que el Señor los guardará de creer falsas enseñanzas. Dios juz
gará a la persona que los está confundiendo, sea quien fuere.
Amados hermanos, si yo todavía predicara que ustedes deben circunci
darse —como algunos dicen que hago—, ¿por qué, entonces, aún se me
persigue? Si ya no predicara que la salvación es por medio de la cruz de
Cristo, nadie se ofendería. Cómo me gustaría que esos perturbadores que
quieren mutilarlos a ustedes mediante la circuncisión se mutilaran ellos
mismos.
InmersionMesias_NTV.indd 187
8/18/2017 8:41:43 AM