Inmersion Mesias - Flipbook - Página 167
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1 C orintios
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unirse a tus agradecimientos cuando no entienden lo que dices? Tú darás
gracias muy bien, pero eso no fortalecerá a la gente que te oye.
Yo le agradezco a Dios que hablo en lenguas más que cualquiera de
ustedes; pero en una reunión de la iglesia, para ayudar a otros preferiría
hablar cinco palabras comprensibles que diez mil palabras en un idioma
desconocido.
Amados hermanos, no sean infantiles en su comprensión de estas cosas.
Sean inocentes como bebés en cuanto a la maldad pero maduros en la
comprensión de asuntos como estos. En las Escrituras está escrito:
«Hablaré a mi propio pueblo
en idiomas extraños
y mediante labios de extranjeros.
Pero aun así, no me escucharán»,
dice el Señor.
Así que, como ven, el hablar en lenguas es una señal no para los creyen
tes sino para los incrédulos. La profecía, sin embargo, es para el beneficio
de los creyentes, no de los incrédulos. Aun así, si los incrédulos o la gente
que no entiende esas cosas entran en la reunión de la iglesia y oyen a todos
hablando en un idioma desconocido, pensarán que ustedes están locos;
pero si todos ustedes están profetizando, y los incrédulos o la gente que no
entiende esas cosas entran en la reunión, serán convencidos de pecado y
juzgados por lo que ustedes dicen. Al escuchar, sus pensamientos secretos
quedarán al descubierto y caerán de rodillas y adorarán a D
ios declarando:
«En verdad, Dios está aquí entre ustedes».
Ahora bien, mis hermanos, hagamos un resumen. Cuando se reúnan, uno
de ustedes cantará, otro enseñará, otro contará alguna revelación especial
que Dios le haya dado, otro hablará en lenguas y otro interpretará lo que
se dice; pero cada cosa que se haga debe fortalecer a cada uno de ustedes.
No más de dos o tres deberían hablar en lenguas. Deben hablar uno a la
vez y que alguien interprete lo que ellos digan. Pero, si no hay nadie pre
sente que pueda interpretar, ellos deberán guardar silencio en la reunión
de la iglesia y hablar en lenguas a Dios en forma privada.
Que dos o tres personas profeticen y que los demás evalúen lo que se
dice. Pero, si alguien está profetizando y otra persona recibe una revelación
del S eñor, el que está hablando debe callarse. De esa manera, todos los que
profeticen tendrán su turno para hablar, uno después de otro, para que
todos aprendan y sean alentados. Recuerden que la gente que profetiza
está en control de su espíritu y puede turnarse con otros. Pues Dios no
es Dios de desorden sino de paz, como en todas las reuniones del pueblo
santo de D
ios.
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