Inmersion Mesias - Flipbook - Página 148
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INMERSIÓN
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MESÍAS
siquiera bueno? Además, ¿cómo funcionaría eso? Y ¿cómo sería ese
cuerpo?
La carta de los creyentes corintios a Pablo planteaba muchas preguntas para responder. Pero Pablo también se había enterado por algunos amigos que habían visitado Corinto que allí ocurrían otras cosas
preocupantes. Un hombre de la iglesia tenía relaciones sexuales con su
madrastra. La iglesia se había dividido en facciones, de acuerdo a cuál
maestro famoso les gustaba más: Pablo, Pedro o Apolos. Las reuniones semanales de adoración eran muy desordenadas, y los creyentes
que tenían disputas con otros incluso los estaban llevando ante un
tribunal. Con todo, Pablo tuvo que tratar doce problemas diferentes
en esta carta.
No tenemos la carta que los corintios enviaron a Pablo, pero sí tenemos
esta larga respuesta, que ahora conocemos como 1 Corintios. (Esta no
fue la primera carta que Pablo les escribió; en esta carta menciona una
anterior que no sobrevivió).
A pesar de todos sus problemas y preguntas, Pablo se dirige a los
creyentes corintios como «el pueblo santo» de Dios y da gracias por
ellos. En el cuerpo principal de la carta, responde todas sus preguntas,
una por una, y también aborda sus propias preocupaciones.
Aunque escribe acerca de muchos temas diferentes en su respuesta
a los corintios, hay una corrección básica inherente a muchas de sus
respuestas. Por ejemplo, ser espiritual no significa estar liberado del
cuerpo; más bien, implica vivir en el cuerpo humano con un verdadero
reconocimiento de que es un don de Dios. «Nuestro cuerpo […] fue
creado para el Señor, y al Señor le importa nuestro cuerpo», insiste
Pablo. «¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu
Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? [...] Por lo tanto,
honren a Dios con su cuerpo».
La asombrosa conclusión de Pablo acerca de la importancia de la
resurrección es fundamental no solamente para los corintios, sino para
nosotros también hoy en día. La Buena Noticia de Jesús tiene como
cimiento la victoria de Dios sobre la muerte. Sin la resurrección de
Jesús, la fe del pueblo de Dios es inútil, y las personas siguen atrapadas
por el pecado y sus consecuencias mortales. Pero con la resurrección,
los creyentes saben que el plan de Dios para renovar el mundo ya ha
comenzado en Jesús y que lo experimentarán plenamente en cuerpos
resucitados cuando Jesús vuelva.
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