Inmersion Mesias - Flipbook - Página 112
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INMERSIÓN
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MESÍAS
18:11-28
y nadie te atacará ni te hará daño, porque mucha gente de esta ciudad me
pertenece». Así que Pablo se quedó allí un año y medio enseñando la
palabra de D
ios.
Cuando Galión llegó a ser gobernador de Acaya, unos judíos se levanta
ron contra Pablo y lo llevaron ante el gobernador para juzgarlo. Acusaron
a Pablo de «persuadir a la gente a adorar a Dios en formas contrarias a
nuestra ley».
Pero justo cuando Pablo comenzó a defenderse, Galión se dirigió a los
acusadores de Pablo y dijo: «Escuchen, ustedes judíos, si aquí hubiera
alguna fechoría o un delito grave, yo tendría una razón para aceptar el caso;
pero dado que es solo un asunto de palabras y nombres, y de su ley judía,
resuélvanlo ustedes mismos. Me niego a juzgar tales asuntos». Así que los
expulsó de la corte.
Entonces la multitud agarró a Sóstenes, el líder de la sinagoga, y lo golpeó
allí mismo en la corte; pero Galión no le dio a eso ninguna importancia.
Después Pablo se quedó en Corinto un tiempo más, luego se despidió de
los hermanos y fue a Cencrea, que quedaba cerca. Allí se rapó la cabeza
según la costumbre judía en señal de haber cumplido un voto. Después se
embarcó hacia Siria y llevó a Priscila y a Aquila con él.
Primero se detuvieron en el puerto de Éfeso, donde Pablo dejó a los
demás. Mientras estuvo en Éfeso, fue a la sinagoga para razonar con los
judíos. Le pidieron que se quedara más tiempo, pero él se negó. Al irse,
sin embargo, dijo: «Si D
ios quiere, regresaré». Entonces zarpó de Éfeso.
La siguiente parada fue en el puerto de Cesarea. De allí subió y visitó a la
iglesia de Jerusalén, y luego regresó a Antioquía.
Después de pasar un tiempo en Antioquía, Pablo regresó por Galacia y
Frigia, donde visitó y fortaleció a todos los creyentes.
Mientras tanto, un judío llamado Apolos —un orador elocuente que co
nocía bien las Escrituras— llegó a Éfeso desde la ciudad de Alejandría,
en Egipto. Había recibido enseñanza en el camino del Señor y les enseñó
a otros acerca de Jesús con espíritu entusiasta y con precisión. Sin em
bargo, él solo sabía acerca del bautismo de Juan. Cuando Priscila y Aquila
lo escucharon predicar con valentía en la sinagoga, lo llevaron aparte y le
explicaron el camino de Dios con aún más precisión.
Apolos pensaba ir a Acaya, y los hermanos de Éfeso lo animaron para
que fuera. Les escribieron a los creyentes de Acaya para pedirles que lo
recibieran. Cuando Apolos llegó, resultó ser de gran beneficio para los
que, por la gracia de Dios, habían creído. Refutaba a los judíos en debates
públicos con argumentos poderosos. Usando las Escrituras, les explicaba
que Jesús es el Mesías.
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