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L as historias q u e f orman la g ran H I S T O R I A
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La vida y el ministerio de Jesús reúnen todos los hilos de la narrativa de las
Escrituras en una gran historia única y coherente.
5. Todas las historias en una
Vemos entonces que la historia de Jesús no se puede aislar en sí. La Biblia
presenta su narrativa como íntimamente ligada a todas las tramas y las
tramas secundarias que vinieron antes. Jesús, crucificado y resucitado, es la
respuesta de Dios para resolver el fracaso anterior de Israel, la maldad y la
muerte de la humanidad, y la maldición bajo la cual sufría toda la creación.
Jesús cumple la historia de Israel y también cumple los propósitos por
los cuales fue escogida la familia de Abraham. Es el fiel descendiente de
Abraham y el poderoso hijo de David, el Mesías. Es la luz que las naciones
han estado anhelando. Gente de toda tribu, nación y comunidad ahora
puede unirse a la familia de Abraham por medio de la fe en Jesús el Mesías.
Como verdadero israelita, Jesús es también un nuevo Adán, un nuevo comienzo para la raza humana. Ha derrotado a nuestros archienemigos —el
pecado y la muerte—, lo cual hace posible que nuestra relación con Dios
sea restaurada y nos conduce a la vida que es la vida verdadera. El nuevo
pacto en Jesús nos introduce a un nuevo mundo.
Jesús abre la puerta a una verdadera adoración a Dios, y recuperamos
nuestra vocación dada por Dios de ser los portadores de su imagen a través
de nuestra mayordomía del mundo. Como el nuevo Adán, Jesús reflorece
la vida en el mundo. Encarna la nueva creación en su resurrección, abriendo
camino para una futura renovación de todo lo que hay en el cielo y en la
tierra.
Jesús también inicia una nueva comunidad del pueblo de Dios, la iglesia, creando la humanidad renovada que Dios quiso desde el comienzo.
Esta comunidad es el enfoque de la obra de Dios en el camino a una creación completamente restaurada y sanada. El libro de los Hechos y las cartas
del Nuevo Testamento registran cómo las primeras iglesias continuaron el
ministerio de la venida del reino de Dios que Jesús comenzó. El contexto
de este ministerio va cambiando con el tiempo y la ubicación, pero el ministerio en sí sigue siendo el mismo para la familia de Dios: encarnar y
proclamar la Buena Noticia de la victoria de Dios a través del Mesías.
En el fondo, la comprensión de la unidad narrativa de las Escrituras no
tiene un propósito simplemente informativo. La Biblia es una invitación.
Nos invita a unirnos a su gran historia y asumir nuestro papel en la obra
continua y redentora de Dios. Leemos la Biblia bien y profundamente para
poder aprender la verdadera historia de nuestra vida adentro del marco
de la historia más amplia de la obra de Dios en el mundo. Leemos la Biblia
para captar la amplitud y el significado cósmico de la victoria de Jesús. Y
leemos la Biblia para saber qué implica, para nosotros, seguir a Jesús. El
