Inmersion Cronicas NTV - Flipbook - Page 126
6:6-18
CRÓNICAS–ESDRAS–NEHEMÍAS
115
Entonces el rey Darío envió el siguiente mensaje:
«Por consiguiente, Tatnai, gobernador de la provincia situada al
occidente del río Éufrates, y Setar-boznai junto con sus colegas y otros
funcionarios del occidente del río Éufrates, ¡manténganse bien lejos
de allí! No estorben la construcción del templo de Dios. Dejen que
se reconstruya en su sitio original y no le pongan trabas al trabajo del
gobernador de Judá ni al de los ancianos de los judíos.
»Además, por la presente, decreto que ustedes tendrán que ayudar
a esos ancianos de los judíos mientras reconstruyan el templo de Dios.
Ustedes tienen que pagar el costo total de la obra, sin demora, con los
impuestos que se recaudan en la provincia situada al occidente del río
Éufrates, a fin de que la construcción no se interrumpa.
»Denles a los sacerdotes de Jerusalén todo lo que necesiten, sean
becerros, carneros o corderos, para las ofrendas quemadas que
presenten al Dios del cielo; y sin falta, provéanles toda la sal y todo el
trigo, el vino y el aceite de oliva que requieran para cada día. Entonces
ellos podrán ofrecer sacrificios aceptables al Dios del cielo y orar por
el bienestar del rey y sus hijos.
»También declaro que a los que violen de cualquier manera este
decreto se les arrancará una viga de su casa; luego, serán levantados y
atravesados en ella, y su casa será reducida a un montón de escombros.
Que el Dios que eligió la ciudad de Jerusalén como el lugar donde se
dé honra a su nombre destruya a cualquier rey o nación que viole este
mandato y destruya este templo.
»Yo, Darío, he emitido el presente decreto. Que se obedezca al pie
de la letra».
Tatnai, gobernador de la provincia situada al occidente del río Éufrates,
y Setar-boznai junto con sus colegas acataron enseguida el mandato del
rey Darío. Así que los ancianos de los judíos continuaron la obra y fueron
muy animados por la predicación de los profetas Hageo y Zacarías, hijo
de Iddo. Por fin el templo quedó terminado, como lo había ordenado el
Dios de I srael y decretado Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia. La
construcción del templo se completó el 12 de marzo, durante el sexto año
del reinado de Darío.
Luego, el pueblo de Israel, los sacerdotes, los levitas y todos los demás
que habían regresado del destierro dedicaron el templo de D
ios con gran
alegría. Durante la ceremonia de dedicación del templo de D
ios, sacrificaron cien becerros, doscientos carneros y cuatrocientos corderos. También
presentaron doce chivos como ofrenda por el pecado de las doce tribus
de Israel. Luego los sacerdotes y levitas se agruparon según sus diferentes