Cronicas Feature Sampler - Flipbook - Page 22
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INMERSIÓN
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CRÓNICAS
4:13-22
eran verdes y nuevas, y tenía abundancia de fruta para que todos
comieran. Los animales salvajes vivían bajo su sombra y las aves
anidaban en sus ramas. Todo el mundo se alimentaba de ese árbol.
»”Luego mientras soñaba, vi a un mensajero, un santo que
descendía del cielo. El mensajero gritó:
‘¡Talen el árbol y córtenle las ramas!
¡Sacúdanle las hojas y desparramen su fruta!
Espanten los animales salvajes que están bajo su sombra
y las aves que están en sus ramas.
Pero dejen en la tierra el tocón con las raíces,
sujeto con una faja de hierro y bronce
y rodeado por la hierba tierna.
Que lo moje el rocío del cielo,
y que viva con los animales salvajes entre las plantas del campo.
Durante siete períodos de tiempo
que tenga la mente de un animal salvaje,
en lugar de una mente humana.
Pues esto es lo que decretaron los mensajeros;
es lo que ordenan los santos,
para que todos sepan
que el Altísimo gobierna los reinos del mundo
y los entrega a cualquiera que él elija,
incluso a las personas más humildes’.
»”Beltsasar, ese fue el sueño que tuve yo, el rey Nabucodonosor.
Ahora dime qué significa, porque ninguno de los sabios de mi reino ha
podido hacerlo. Sin embargo, tú puedes decírmelo porque el espíritu
de los dioses santos vive en ti”.
»Al oír el relato, Daniel (también llamado Beltsasar) se quedó
agobiado por un rato, atemorizado por el significado del sueño.
Entonces el rey le dijo: “Beltsasar, no te alarmes por el sueño y lo que
significa”.
»Beltsasar respondió: “¡Mi señor, quisiera que los sucesos
anticipados en este sueño ocurrieran a sus enemigos y no a usted! El
árbol que usted vio crecía alto y se hacía fuerte y se elevaba hacia los
cielos para que todo el mundo lo viera. Sus hojas eran verdes y nuevas,
y tenía abundancia de fruta para que todos comieran. Los animales
salvajes vivían bajo su sombra y las aves anidaban en sus ramas. Ese
árbol es usted, su majestad. Pues usted ha crecido y se ha hecho fuerte
y poderoso; su esplendor llega hasta el cielo y su gobierno hasta los
confines de la tierra.
4:23-34
DANIEL
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»”Luego usted vio a un mensajero, un santo que descendía del cielo
y decía: ‘Talen el árbol y destrúyanlo, pero dejen en la tierra el tocón
con las raíces, sujeto con una faja de hierro y bronce, y rodeado por la
hierba tierna. Que lo moje el rocío del cielo. Que viva con los animales
del campo durante siete períodos de tiempo’.
»”Esto es lo que significa el sueño, su majestad, y lo que el Altísimo
ha declarado que le sucederá a mi señor, el rey. Usted será expulsado
de la sociedad humana y vivirá en el campo con los animales salvajes.
Comerá pasto como el ganado y el rocío del cielo lo mojará. Durante
siete períodos de tiempo vivirá de esta manera hasta que reconozca
que el Altísimo gobierna los reinos del mundo y los entrega a
cualquiera que él elija. Sin embargo, quedaron en la tierra el tocón y
las raíces del árbol. Esto significa que usted recibirá nuevamente el
reino cuando haya reconocido que es el cielo el que gobierna.
»”Rey Nabucodonosor, por favor, acepte mi consejo. Deje de pecar
y haga lo correcto. Apártese de su perverso pasado y sea compasivo
con los pobres. Quizá, entonces, pueda seguir prosperando”.
»Sin embargo, todas estas cosas le ocurrieron al rey Nabucodonosor.
Doce meses más tarde, el rey caminaba sobre la terraza del palacio
real en Babilonia y mientras contemplaba la ciudad, dijo: “¡Miren esta
grandiosa ciudad de Babilonia! Edifiqué esta hermosa ciudad con
mi gran poder para que fuera mi residencia real a fin de desplegar mi
esplendor majestuoso”.
»Mientras estas palabras aún estaban en su boca, se oyó una voz
desde el cielo que decía: “¡Rey Nabucodonosor, este mensaje es para
ti! Ya no eres gobernante de este reino. Serás expulsado de la sociedad
humana. Vivirás en el campo con los animales salvajes y comerás pasto
como el ganado. Durante siete períodos de tiempo vivirás de esta
manera hasta que reconozcas que el Altísimo gobierna los reinos del
mundo y los entrega a cualquiera que él elija”.
»En ese mismo momento se cumplió la sentencia y Nabucodonosor
fue expulsado de la sociedad humana. Comió pasto como el ganado
y lo mojó el rocío del cielo. Vivió de esa manera hasta que el pelo le
creció tan largo como las plumas de las águilas y las uñas como las
garras de un ave.
»Cuando se cumplió el tiempo, yo, Nabucodonosor, levanté los ojos
al cielo. Recuperé la razón, alabé y adoré al Altísimo y di honra a aquel
que vive para siempre.
Su dominio es perpetuo,
y eterno es su reino.