Inmersion Reinos NTV - Flipbook - Página 68
56
INMERSIÓN
•
REINOS
6:18-30
una señal para asegurarme de que es realmente el Señor quien habla conmigo. No te vayas hasta que te traiga mi ofrenda.
Él respondió:
—Aquí me quedaré hasta que regreses.
Entonces Gedeón fue de prisa a su casa. Asó un cabrito y horneó pan sin
levadura con una medida de harina. Luego llevó la carne en una canasta
y el caldo en una olla. Puso todo delante del ángel, quien estaba bajo el
gran árbol.
Así que el ángel de Dios le dijo: «Pon la carne y el pan sin levadura sobre
esta piedra y derrama el caldo sobre ellos». Y Gedeón hizo lo que se le
indicó. Entonces el ángel del Señor tocó la carne y el pan con la punta de
la vara que tenía en la mano, y de la piedra salió fuego que consumió todo
lo que Gedeón había llevado. Y el ángel del Señor desapareció.
Cuando Gedeón se dio cuenta de que era el ángel del Señor, clamó:
—¡Oh Señor Soberano, estoy condenado! ¡He visto cara a cara al ángel
del Señor!
—No te preocupes —le contestó el Señor—. No tengas miedo; no
morirás.
Entonces Gedeón construyó un altar al Señor en ese lugar y lo llamó
Yahveh-shalom (que significa «el Señor es paz»). Ese altar sigue en Ofra,
en la t ierra del clan de Abiezer, hasta el día de hoy.
Esa noche el Señor le dijo a Gedeón: «Toma el segundo toro del rebaño
de tu padre, el que tiene siete años. Derriba el altar que tu padre levantó a
Baal y corta el poste dedicado a la diosa Asera que está junto al altar. Después construye un altar al Señor tu Dios en el santuario de esta misma
cima, colocando cada piedra con cuidado. Sacrifica el toro como ofrenda
quemada sobre el altar, y usa como leña el poste dedicado a la diosa Asera
que cortaste».
Entonces Gedeón llevó a diez de sus criados e hizo lo que el Señor le
había ordenado; pero lo hizo de noche, porque les tenía miedo a los demás
miembros de la casa de su padre y a la gente de la ciudad.
Temprano a la mañana siguiente, mientras los habitantes de la ciudad se
despertaban, alguien descubrió que el altar de Baal estaba derribado y que
habían cortado el poste dedicado a la diosa Asera que estaba al lado. En su
lugar se había construido un nuevo altar, y sobre ese altar estaban los restos del toro que se había sacrificado. Los habitantes se preguntaban unos
a otros: «¿Quién hizo esto?». Y después de preguntar por todas partes y
hacer una búsqueda cuidadosa, se enteraron de que había sido Gedeón,
el hijo de Joás.
—Saca a tu hijo —le exigieron a Joás los hombres de la ciudad—.
InmersionReinos_NTV.indd 56
11/27/2017 8:25:35 AM