Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 97
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INMERSIÓN
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P R O F E TA S
15:6–16:7
Se pueden oír sus gritos de angustia a lo largo del camino a
Horonaim.
¡Hasta las aguas de Nimrim se secaron!
Las riberas cubiertas de hierba se quemaron.
Desaparecieron las plantas tiernas;
no queda nada verde.
La gente toma sus posesiones
y las carga a través del barranco de los Sauces.
Se oye un grito de angustia por toda la tierra de Moab,
desde un extremo hasta el otro,
desde Eglaim hasta Beer-elim.
El arroyo cercano a Dibón corre rojo por la sangre,
¡pero todavía no he terminado con Dibón!
Los leones cazarán a los sobrevivientes,
tanto a los que traten de escapar
como a los que se queden atrás.
Envíen corderos de Sela como tributo
al gobernante de la tierra.
Envíenlos a través del desierto
hasta el monte de la hermosa Sión.
Las mujeres de Moab fueron abandonadas como aves sin nido
en los vados del río Arnón.
«Ayúdennos —claman—,
defiéndannos de nuestros enemigos.
Protéjannos de sus ataques implacables;
no nos traicionen ahora que hemos escapado.
Permitan que nuestros refugiados se queden entre ustedes;
escóndanlos de nuestros enemigos hasta que haya pasado el terror».
Cuando hayan terminado la opresión y la destrucción,
y hayan desaparecido los saqueadores enemigos,
Dios establecerá como rey a uno de los descendientes de David.
Él reinará con misericordia y verdad;
hará siempre lo que es justo
y estará deseoso de hacer lo correcto.
Hemos oído hablar del soberbio Moab,
de su orgullo, de su arrogancia y de su furia;
pero todo su alarde ha desaparecido.
Toda la tierra de Moab llora;
sí, todos se lamentan en Moab
por los pasteles de pasas de Kir-hareset.
Ya no queda ninguno.