Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 83
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INMERSIÓN
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P R O F E TA S
7:21–8:13
otro lado del río Éufrates —el rey de Asiria— y la usará para afeitarte por
completo: tu tierra, tus cosechas y tu pueblo.
En ese día, un campesino se considerará afortunado si le quedan una
vaca y dos ovejas o cabras. Sin embargo, habrá suficiente leche para todos,
porque quedarán muy pocos habitantes en la tierra. Comerán yogur y miel
hasta saciarse. En aquel día, los viñedos lozanos que hoy valen mil piezas
de plata se convertirán en parcelas llenas de zarzas y espinos. Toda la tierra
se convertirá en una gran extensión repleta de zarzas y espinos, en un territorio de cacería lleno de animales salvajes. Nadie irá a las laderas fértiles
donde antes crecían los huertos, porque estarán cubiertas de zarzas y de
espinos; allí apacentarán el ganado, las ovejas y las cabras.
Luego el Señor me dijo: «Haz un letrero grande y escribe con claridad el
siguiente nombre: Maher-salal-has-baz». Les pedí al sacerdote Urías y a
Zacarías, hijo de Jeberequías, ambos conocidos como hombres honrados,
que fueran testigos de lo que yo hacía.
Después me acosté con mi esposa y ella quedó embarazada, y dio a
luz un hijo. Y el Señor me dijo: «Ponle por nombre Maher-salal-hasbaz. Pues antes de que este hijo tenga edad suficiente para decir “papá” o
“mamá”, el rey de Asiria se llevará la abundancia de Damasco y las riquezas
de Samaria».
Entonces el Señor volvió a hablar conmigo y me dijo: «Mi cuidado del
pueblo de Judá es como el delicado fluir de las aguas de Siloé, pero ellos
lo han rechazado. Se alegran por lo que les sucederá al rey Rezín y al rey
Peka. Por lo tanto, el Señor los arrollará con una poderosa inundación del
río Éufrates, el rey de Asiria con toda su gloria. La inundación desbordará
todos los canales y cubrirá a Judá hasta la barbilla. Extenderá sus alas y
sumergirá a tu tierra de un extremo al otro, oh Emanuel.
»Reúnanse, naciones, y llénense de terror.
Escuchen, todas ustedes, tierras lejanas:
prepárense para la batalla, ¡pero serán aplastadas!
Sí, prepárense para la batalla, ¡pero serán aplastadas!
Convoquen a sus asambleas de guerra, pero no les servirán de nada;
desarrollen sus estrategias, pero no tendrán éxito,
¡porque Dios está con nosotros!».
El Señor me dio una firme advertencia de no pensar como todos los
demás. Me dijo:
«No llames conspiración a todo, como hacen ellos,
ni vivas aterrorizado de lo que a ellos les da miedo.
Ten por santo en tu vida al Señor de los Ejércitos Celestiales;