Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 82
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I sa í as
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el agua al estanque superior, cerca del camino que lleva al campo donde
se lavan las telas. Dile que deje de preocuparse; que no hay por qué temer
a la ira feroz de esos dos tizones apagados que son Rezín, rey de Aram y
Peka, hijo de Remalías. Es verdad que los reyes de Aram y de Israel han
conspirado contra él diciendo: “Atacaremos a Judá y lo conquistaremos y
pertenecerá a nosotros. Después pondremos en el trono de Judá al hijo de
Tabeel”. Pero esto dice el Señor Soberano:
»“Esta invasión nunca sucederá,
nunca se llevará a cabo;
pues Aram no es más fuerte que Damasco, su capital,
y Damasco no es más fuerte que Rezín, su rey.
En cuanto a Israel, dentro de sesenta y cinco años
será aplastado y destruido por completo.
Israel no es más fuerte que Samaria, su capital,
y Samaria no es más fuerte que Peka, hijo de Remalías, su rey.
A menos que ustedes tengan una fe firme,
no puedo hacer que permanezcan firmes”».
Más tarde, el Señor le envió al rey Acaz el siguiente mensaje: «Acaz,
pídele al Señor tu Dios una señal de confirmación. Hazla tan difícil
como quieras: tan alta como los cielos o tan profunda como el lugar de
los muertos».
Pero el rey se negó.
—No —dijo el rey—. No pondré a prueba al Señor así.
Entonces Isaías le dijo:
—¡Escuchen bien, ustedes de la familia real de David! ¿Acaso no les
basta con agotar la paciencia humana? ¿También tienen que agotar la paciencia de mi Dios? Muy bien, el Señor mismo les dará la señal. ¡Miren! ¡La
virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo y lo llamarán Emanuel (que
significa “Dios está con nosotros”). Cuando ese hijo tenga edad suficiente
para escoger lo correcto y rechazar lo malo, estará comiendo yogur y miel.
Pues antes de que el niño tenga esa edad, las tierras de los dos reyes que
tanto temes quedarán desiertas.
»Luego el Señor hará venir sobre ti, sobre tu nación y sobre tu familia,
hechos como nunca hubo desde que Israel se separó de Judá. ¡Pondrá al
rey de Asiria en tu contra!
En ese día, el Señor llamará con un silbido al ejército del sur de Egipto y al
ejército de Asiria. Ellos te rodearán como un enjambre de moscas o abejas.
Vendrán en inmensas multitudes y se establecerán en las regiones fértiles
y también en los valles desolados, en las cuevas y en los lugares llenos de
espinos. En ese día, el Señor contratará a una «navaja» procedente del