Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 81
68
INMERSIÓN
•
P R O F E TA S
6:6–7:3
labios impuros; sin embargo, he visto al Rey, el Señor de los Ejércitos
Celestiales».
Entonces uno de los serafines voló hacia mí con un carbón encendido
que había tomado del altar con unas tenazas. Con él tocó mis labios y dijo:
«¿Ves? Este carbón te ha tocado los labios. Ahora tu culpa ha sido quitada,
y tus pecados perdonados».
Después oí que el Señor preguntaba: «¿A quién enviaré como mensajero a este pueblo? ¿Quién irá por nosotros?».
—Aquí estoy yo —le dije—. Envíame a mí.
Y él me dijo:
—Bien, ve y dile a este pueblo:
“Escuchen con atención, pero no entiendan;
miren bien, pero no aprendan nada”.
Endurece el corazón de este pueblo;
tápales los oídos y ciérrales los ojos.
De esa forma, no verán con sus ojos,
ni oirán con sus oídos,
ni comprenderán con su corazón
para que no se vuelvan a mí en busca de sanidad.
Entonces yo dije:
—Señor, ¿cuánto tiempo durará esto?
Y él contestó:
—Hasta que sus ciudades queden vacías,
sus casas queden desiertas
y la tierra entera quede seca y baldía;
hasta que el Señor haya mandado a todos lejos
y toda la tierra de Israel quede desierta.
Si aún sobrevive una décima parte, un remanente,
volverá a ser invadida y quemada.
Pero así como el terebinto o el roble dejan un tocón cuando se cortan,
también el tocón de Israel será una semilla santa.
Cuando Acaz, hijo de Jotam y nieto de Uzías, era rey de Judá, Rezín, rey
de Aram, y Peka, hijo de Remalías, rey de Israel, salieron para atacar a
Jerusalén. Sin embargo, no pudieron llevar a cabo su plan.
A la corte real de Judá había llegado la siguiente noticia: «¡Aram se ha
aliado con Israel en contra de nosotros!». Por eso, el corazón del rey y el
de su pueblo temblaron de miedo, como tiemblan los árboles en medio
de una tormenta.
Entonces el Señor dijo a Isaías: «Toma a tu hijo Sear-jasub y ve al encuentro del rey Acaz. Lo encontrarás al final del acueducto que conduce