Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 48
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O seas
y creyendo que los grandes ejércitos
podrían mantener a su nación a salvo.
Ahora los terrores de la guerra
se levantarán entre su gente.
Todas sus fortificaciones caerán,
tal como Salmán destruyó a Bet-arbel.
Allí, a las madres y a los niños
los estrellaron contra el suelo hasta matarlos.
Habitantes de Betel, debido a su gran maldad,
les espera el mismo destino.
Cuando amanezca el día del juicio,
el rey de Israel será completamente destruido.
»Cuando Israel era niño, yo lo amé,
y de Egipto llamé a mi hijo;
pero cuanto más lo llamaba,
más se alejaba de mí
y ofrecía sacrificios a las imágenes de Baal
y quemaba incienso a ídolos.
Yo mismo le enseñé a Israel a caminar,
llevándolo de la mano;
pero no sabe ni le importa
que fui yo quien lo cuidó.
Guié a Israel
con mis cuerdas de ternura y de amor.
Quité el yugo de su cuello
y yo mismo me incliné para alimentarlo.
»Sin embargo, como mi pueblo se niega a regresar a mí,
regresará a Egipto
y será forzado a servir a Asiria.
La guerra, como un torbellino, pasará por sus ciudades;
los enemigos derribarán sus puertas.
Los destruirán,
atrapándolos en sus propios planes malignos.
Pues mi pueblo está decidido a abandonarme.
Aunque me llaman el Altísimo,
no me honran de verdad.
»Oh, Israel, ¿cómo podría abandonarte?
¿Cómo podría dejarte ir?
¿Cómo podría destruirte como a Adma
o demolerte como a Zeboim?
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