Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 448
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M ala q u í as
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«Ustedes han dicho cosas terribles acerca de mí», dice el Señor.
«Sin embargo, ustedes preguntan: “¿Qué quieres decir? ¿Qué hemos
dicho contra ti?”.
»Ustedes han dicho: “¿De qué vale servir a Dios? ¿Qué hemos ganado
con obedecer sus mandamientos o demostrarle al Señor de los Ejércitos
Celestiales que nos sentimos apenados por nuestros pecados? De ahora en
adelante llamaremos bendito al arrogante. Pues los que hacen maldad se
enriquecen y los que desafían a Dios a que los castigue no sufren ningún
daño”».
Entonces los que temían al Señor hablaron entre sí y el Señor escuchó lo
que dijeron. En la presencia de él, escribieron un rollo de memorias para
registrar los nombres de los que temían al Señor y siempre pensaban en
el honor de su nombre.
«Ellos serán mi pueblo —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—.
El día en que yo venga para juzgar, serán mi tesoro especial. Les tendré
compasión así como un padre le muestra compasión a un hijo obediente.
Entonces de nuevo podrán ver la diferencia entre los justos y los perversos,
entre los que sirven a Dios y los que no lo hacen».
El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: «El día del juicio se acerca,
ardiente como un horno. En aquel día el arrogante y el perverso serán
quemados como paja. Serán consumidos, desde las raíces hasta las ramas.
»Sin embargo, para ustedes que temen mi nombre, se levantará el Sol
de Justicia con sanidad en sus alas. Saldrán libres, saltando de alegría como
becerros sueltos en medio de los pastos. El día en que yo actúe, ustedes
pisotearán a los perversos como si fueran polvo debajo de sus pies», dice
el Señor de los Ejércitos Celestiales.
«Acuérdense de obedecer la ley de Moisés, mi servidor, todos los decretos y ordenanzas que le entregué en el monte Sinaí para todo Israel.
»Miren, les envío al profeta Elías antes de que llegue el gran y terrible
día del Señor. Sus predicaciones harán volver el corazón de los padres
hacia sus hijos y el corazón de los hijos hacia sus padres. De lo contrario,
vendré y haré caer una maldición sobre la tierra».