Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 389
376
INMERSIÓN
•
P R O F E TA S
32:31–33:15
»Cuando llegue el faraón con todo su ejército, se consolará al ver que
no fue el único que perdió a sus multitudes en batalla, dice el Señor
Soberano. Aunque hice que sembrara el terror entre todos los seres vivientes, el faraón y sus multitudes yacerán en medio de los paganos que
fueron masacrados a espada. ¡Yo, el Señor Soberano, he hablado!».
Una vez más recibí un mensaje del Señor: «Hijo de hombre, da este
mensaje a tu pueblo: “Cuando yo envío a un ejército contra un país, los
habitantes de ese país escogen a uno de los suyos para que sea el centinela.
Cuando el centinela ve acercarse al enemigo, toca la alarma para advertir
a los habitantes. Entonces, si los que oyen la alarma se niegan a actuar y
resulta que los matan, ellos mismos tendrán la culpa de su muerte. Oyeron
la alarma pero no le hicieron caso, así que la responsabilidad es de ellos.
Si hubieran prestado atención a la advertencia, podrían haber salvado
sus vidas. Ahora bien, si el centinela ve acercarse al enemigo y no toca
la alarma para advertir a la gente, él será responsable de la cautividad del
pueblo. Todos morirán en sus pecados, pero haré responsable al centinela
por la muerte de ellos”.
»Ahora, hijo de hombre, te pongo por centinela del pueblo de Israel.
Por lo tanto, escucha lo que digo y adviérteles de mi parte. Si yo anuncio
que unos malvados de cierto morirán y tú no les dices que cambien su
manera de vivir, entonces ellos morirán en sus pecados y te haré a ti responsable de su muerte. En cambio, si les adviertes que se arrepientan y no
lo hacen, morirán en sus pecados, pero tú te habrás salvado.
»Hijo de hombre, da este mensaje al pueblo de Israel: “Ustedes dicen:
‘Nuestros pecados son una carga pesada; ¡nos consumimos poco a poco!
¿Cómo sobreviviremos?’. Tan cierto como que yo vivo, dice el Señor
Soberano, no me complace la muerte de los perversos. Solo quiero que se
aparten de su conducta perversa para que vivan. ¡Arrepiéntanse! ¡Apártense de su maldad, oh pueblo de Israel! ¿Por qué habrían de morir?”.
»Hijo de hombre, da este mensaje a tu pueblo: “La conducta recta de
los justos no los salvará si se entregan al pecado, ni la mala conducta de
los malvados los destruirá si se arrepienten y abandonan sus pecados.
Cuando les digo a los justos que vivirán, pero después pecan y piensan que
se salvarán por haber sido justos anteriormente, entonces no se tomará en
cuenta ninguno de sus actos de justicia. Los destruiré por sus pecados. Y
supongamos que les digo a unas personas malvadas que de cierto morirán,
pero después abandonan sus pecados y hacen lo que es justo y recto. Por
ejemplo, podrían devolverle la garantía a un deudor, restituir lo que habían
robado y obedecer mis leyes que dan vida dejando de hacer lo malo; si así