Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 362
20:2-19
E ze q uiel
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Se sentaron frente a mí en espera de su respuesta. Entonces recibí el siguiente mensaje del Señor: «Hijo de hombre, diles a los líderes de Israel:
“Esto dice el Señor Soberano: ‘¿Cómo se atreven a venir a pedirme un
mensaje? ¡Tan cierto como que yo vivo, dice el Señor Soberano, que no
les diré nada!’”.
»Hijo de hombre, levanta cargos en contra de los líderes y condénalos.
Hazles ver que los pecados de sus antepasados fueron realmente detestables. Dales el siguiente mensaje de parte del Señor Soberano: “Cuando
elegí a Israel —cuando me di a conocer a los descendientes de Jacob en
Egipto—, hice un juramento solemne de que yo, el Señor, sería su Dios.
Ese día juré solemnemente que los sacaría de Egipto y los llevaría a una
tierra que yo había explorado para ellos: una buena tierra donde fluyen
la leche y la miel, la mejor tierra de todas. Entonces les dije: ‘Cada uno
de ustedes deshágase de las imágenes repugnantes con las que están tan
obsesionados. No se contaminen con los ídolos de Egipto, porque yo soy
el Señor su Dios’.
»”Sin embargo, ellos se rebelaron contra mí y no me hicieron caso. No
se deshicieron de las imágenes repugnantes con las que estaban obsesionados ni abandonaron los ídolos de Egipto. Entonces, mientras seguían
en Egipto, amenacé con derramar mi furia sobre ellos para satisfacer mi
enojo; pero no lo hice porque actué para proteger el honor de mi nombre.
Yo no permitiría que mi nombre fuera avergonzado ante las naciones vecinas, a las cuales me di a conocer cuando saqué a los israelitas de Egipto.
Después de sacarlos de Egipto, los llevé al desierto. Allí les di mis decretos
y ordenanzas para que al ponerlos en práctica encontraran vida. Además,
les di mis días de descanso como una señal entre ellos y yo. El propósito
era recordarles que soy el Señor, quien los apartó para que fueran santos.
»”Sin embargo, los israelitas se rebelaron contra mí y se negaron a obedecer mis decretos en el desierto. Desobedecieron mis ordenanzas, a pesar
de que la obediencia les hubiera dado vida. Además profanaron mis días
de descanso. Por lo tanto, amenacé con derramar mi furia sobre ellos e
hice planes para consumirlos por completo en el desierto; pero otra vez
me contuve para proteger el honor de mi nombre ante las naciones que
habían visto mi poder cuando saqué a Israel de Egipto. Sin embargo, hice
un juramento solemne contra ellos en el desierto. Juré que no los dejaría
entrar en la tierra que les había dado, tierra donde fluyen la leche y la miel,
el lugar más hermoso del mundo. Pues rechazaron mis ordenanzas, se negaron a obedecer mis decretos y profanaron mis días de descanso, ya que
habían entregado su corazón a ídolos. Sin embargo, les tuve compasión y
en el desierto me contuve y no los destruí.
»”Después les advertí a sus hijos que no siguieran el ejemplo de sus
padres, quienes se contaminaron con sus ídolos. ‘Yo soy el Señor su Dios