Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 351
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INMERSIÓN
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P R O F E TA S
13:4-19
aflicción les espera a los falsos profetas que siguen su propia imaginación
y no han visto absolutamente nada!’”.
»Oh pueblo de Israel, estos profetas tuyos son como chacales que escarban en las ruinas. No han hecho nada para reparar las grietas de las
murallas que rodean la nación. No la han ayudado a mantenerse firme en la
batalla el día del Señor. En cambio, han mentido y han hecho predicciones falsas. Dicen: “Este mensaje es del Señor”, aunque el Señor nunca los
envió. ¡Y todavía esperan que el Señor cumpla las profecías de ellos! ¿No
son acaso totalmente falsas sus visiones si ustedes afirman: “Este mensaje
es del Señor”, cuando yo ni siquiera les he hablado?
»Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: lo que ustedes afirman es
falso y sus visiones son mentira, por eso yo me pondré en contra de ustedes, dice el Señor Soberano. Alzaré mi puño contra todos los profetas que
tengan visiones falsas y hagan predicciones mentirosas, y serán expulsados
de la comunidad de Israel. Tacharé sus nombres de los registros de Israel,
y jamás volverán a pisar su propia tierra. Entonces ustedes sabrán que yo
soy el Señor Soberano.
»Esto ocurrirá porque estos profetas malvados engañan a mi pueblo
cuando dicen: “Todo está en paz”, ¡pero en realidad no hay paz en absoluto! Es como si el pueblo hubiera construido un muro frágil, ¡y estos
profetas pretenden reforzarlo cubriéndolo con cal! Diles a esos que pintan
con cal que pronto se les derrumbará el muro. Una lluvia torrencial debilitará sus cimientos; fuertes tormentas de granizo y vientos impetuosos
lo demolerán. Entonces, cuando caiga el muro, la gente exclamará: “¿Qué
pasó con la cal que pusieron ustedes?”.
»Por lo tanto, esto dice el Señor Soberano: arrasaré su muro blanqueado con una tormenta de indignación, una gran inundación de enojo
y una granizada de furia. Derribaré su muro hasta los cimientos y cuando
caiga los aplastará a ustedes. Entonces sabrán que yo soy el Señor. Por fin
se saciará mi enojo contra el muro y quienes lo blanquearon con cal. Luego
les diré a ustedes: “Ya desaparecieron el muro y quienes lo blanquearon
con cal. Eran los profetas mentirosos que afirmaban que la paz llegaría
a Jerusalén, cuando no había paz. ¡Yo, el Señor Soberano, he hablado!”.
»Ahora, hijo de hombre, denuncia a las mujeres que profetizan según
su propia imaginación. Esto dice el Señor Soberano: “Qué aflicción les
espera a ustedes, mujeres, que atrapan el alma de mi pueblo, tanto de los
jóvenes como de los mayores. Les atan amuletos mágicos en las muñecas
y les dan velos mágicos para la cabeza. ¿Acaso piensan que pueden atrapar
a otros sin provocar su propia destrucción? Ustedes me deshonran delante
de mi pueblo por unos puñados de cebada o un trozo de pan. Al mentirle
a mi pueblo —que disfruta de las mentiras—, ustedes matan a quienes no
deben morir y prometen vida a quienes no deben vivir”.