Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 342
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E ze q uiel
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Sabrán que yo soy el Señor cuando sus muertos queden esparcidos en
medio de sus ídolos y en torno a sus altares, sobre cada colina y montaña
y debajo de todo árbol frondoso y cada árbol grande que da sombra, es
decir, en los lugares donde ofrecían sacrificios a sus ídolos. Los aplastaré y
dejaré desoladas sus ciudades, desde el desierto del sur hasta Ribla, en el
norte. Entonces sabrán que yo soy el Señor”».
Después recibí este mensaje del Señor: «Hijo de hombre, esto dice el
Señor Soberano a Israel:
»¡Ya llegó el fin!
Dondequiera que mires
—al oriente, al occidente, al norte o al sur—
tu tierra está acabada.
No queda esperanza,
porque desataré mi enojo contra ti.
Te llamaré a rendir cuentas
de todos tus pecados detestables.
Miraré para otro lado y no te tendré compasión.
Te daré tu merecido por todos tus pecados detestables.
Entonces sabrás que yo soy el Señor.
»Esto dice el Señor Soberano:
¡Desastre tras desastre
se te acerca!
El fin ha llegado.
Finalmente llegó.
¡Te espera la condenación final!
Oh pueblo de Israel, ya amanece el día de tu destrucción.
Ha llegado la hora; está cerca el día de dificultad.
En las montañas se oirán gritos de angustia;
no serán gritos de alegría.
Pronto derramaré mi furia sobre ti,
y contra ti desataré mi enojo.
Te llamaré a rendir cuentas
de todos tus pecados detestables.
Miraré para otro lado y no te tendré compasión.
Te daré tu merecido por todos tus pecados detestables.
Entonces sabrás que soy yo, el Señor,
quien da el golpe.