Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 294
39:13–40:8
J erem í as
281
—le dijo—, trátalo bien y dale todo lo que quiera». Así que Nabuzaradán,
capitán de la guardia; Nabusazbán, un oficial principal; Nergal-sarezer,
consejero del rey; y los demás oficiales del rey de Babilonia enviaron mensajeros para que sacaran a Jeremías de la prisión. Lo pusieron al cuidado
de Gedalías, hijo de Ahicam y nieto de Safán, quien lo llevó de regreso a
su casa. Entonces Jeremías permaneció en Judá, entre su propio pueblo.
El Señor le dio a Jeremías el siguiente mensaje cuando todavía estaba en
prisión: «Dile a Ebed-melec el etíope: “Esto dice el Señor de los Ejércitos
Celestiales, Dios de Israel: ‘Cumpliré en esta ciudad todas mis amenazas;
enviaré desastre y no prosperidad. Tú mismo verás su destrucción, pero
te libraré de aquellos a quienes tanto temes. Como has confiado en mí, te
daré tu vida como recompensa; te rescataré y te mantendré seguro. ¡Yo, el
Señor, he hablado!’”».
El Señor le dio a Jeremías un mensaje después que Nabuzaradán, capitán
de la guardia, lo dejó libre en Ramá. Este había encontrado a Jeremías
atado con cadenas entre todos los demás cautivos de Jerusalén y de Judá
que estaban siendo desterrados a Babilonia.
El capitán de la guardia mandó llamar a Jeremías y le dijo: «El Señor tu
Dios trajo desastre a esta tierra tal como dijo que haría, pues este pueblo
ha pecado contra el Señor y lo desobedeció. Por eso ocurrió. Ahora voy
a quitarte estas cadenas y a dejarte libre. Si quieres venir conmigo a Babilonia, eres bienvenido. Me ocuparé de que seas tratado bien, pero si no
quieres venir, puedes quedarte aquí. Toda la tierra está ante ti, puedes irte
a donde quieras. Si decides quedarte, regresa a Gedalías, hijo de Ahicam
y nieto de Safán. Él fue nombrado gobernador de Judá por el rey de Babilonia. Quédate allí con la gente que él gobierna, pero eso depende de ti.
Puedes irte a donde quieras».
Entonces Nabuzaradán, capitán de la guardia, le dio a Jeremías algo de
comida y dinero y lo dejó ir. Entonces, Jeremías regresó a Gedalías, hijo
de Ahicam, en Mizpa, y vivió en Judá con los pocos que se quedaron en
la tierra.
Los líderes de los grupos militares judíos que estaban en el campo oyeron que el rey de Babilonia había nombrado a Gedalías, hijo de Ahicam,
gobernador sobre las personas pobres que fueron dejadas en Judá, es
decir, los hombres, las mujeres y los niños que no habían sido desterrados
a Babilonia. Así que fueron a ver a Gedalías a Mizpa. El grupo incluía a
Ismael, hijo de Netanías; Johanán y Jonatán, hijos de Carea; Seraías, hijo