Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 11
A10
INMERSIÓN
•
P R O F E TA S
visiones de restauración y vida floreciente. Los profetas ven un nuevo
futuro para Israel —y el mundo— basado únicamente en las promesas
de Dios y su fidelidad al pacto.
Los profetas mismos eran más predicadores callejeros que autores de
libros; generalmente proclamaban los mensajes del Señor en las puertas de Jerusalén y del templo. Muchas veces hablaban en oráculos, los
cuales fueron registrados y sirven como la unidad literaria básica para
la mayoría de los libros proféticos. Los oráculos proféticos son poemas
que transmiten una idea única a través de diversas estrategias.
Los profetas a menudo utilizaban metáforas visuales del mundo natural para ayudar a sus oyentes a imaginar o figurarse los mensajes.
En ocasiones, las metáforas provenían directamente de las dramáticas
visiones que Dios mostraba a los profetas, las cuales no se pueden
describir fácilmente en términos humanos. En otros momentos, las
metáforas eran tomadas de las circunstancias o experiencias de los
propios profetas.
Algunos oráculos consistían en la repetición de ideas clave: «letanías» (o listas) que ayudan a entender un punto esencial. Amós, por
ejemplo, describe cinco diferentes desgracias que Dios trajo sobre su
pueblo y, después de cada una, dice: «Pero aun así, ustedes no se
volvieron a mí». El lenguaje profético es típicamente enérgico y evoca
emociones poderosas, ya que había mucho en juego en esas intervenciones con Israel.
Algunos de los profetas pusieron música a sus oráculos. Esta era
otra forma en que podían asegurarse de que su mensaje se dispersara
y fuera recordado. Isaías, por ejemplo, introduce uno de sus oráculos
con: «Ahora cantaré para aquel a quien amo un canto acerca de su
viña». Este oráculo en particular presenta una metáfora extensa; describe a Israel como una viña bien cuidada que no produjo el fruto que
quería su Cuidador: la justicia y la rectitud que Dios venía cultivando
en ella.
Presentamos estos libros de los profetas en un orden que sigue su
secuencia histórica general. A medida que Israel atraviesa el período
del Imperio asirio, el período del dominio de Babilonia y, luego, de
Persia, hasta el retorno del pueblo a su tierra natal, los profetas están
presentes para hablar a las diversas situaciones históricas de Israel. No
todas las colecciones se pueden datar con precisión. Jonás y Joel son
particularmente difíciles de ubicar cronológicamente, de manera que
se ubican al final y se pueden leer en vista de la tradición profética
más amplia.