Inmersion Profetas NTV - Flipbook - Página 100
17:14–18:7
I sa í as
En la noche, Israel espera aterrado;
pero al amanecer, sus enemigos están muertos.
Esta es la justa recompensa para quienes nos saquean,
un final apropiado para quienes nos destruyen.
Escucha, Etiopía, tierra de ondulantes velas
que está ubicada a la cabecera del Nilo,
que envía embajadores
río abajo en rápidos barcos.
¡Vayan, veloces mensajeros!
Llévenle un mensaje a un pueblo de gente alta con piel suave,
temido en todas partes
por sus conquistas y destrucción,
y cuya tierra está dividida por ríos.
Todos ustedes, habitantes del mundo,
todos los que viven en la tierra:
cuando levante mi bandera de guerra, ¡miren!
Cuando toque el cuerno de carnero, ¡escuchen!
Pues el Señor me ha dicho:
«Observaré en silencio desde el lugar donde habito,
tan silencioso como sube el calor en un día de verano,
o como se forma el rocío de la mañana durante la cosecha».
Aun antes que ustedes comiencen a atacar,
mientras sus planes maduran como uvas,
el Señor cortará sus brotes nuevos con podaderas;
cortará y descartará las ramas extendidas.
Su poderoso ejército quedará muerto por los campos,
abandonado para los buitres de las montañas y los animales
salvajes.
Los buitres despedazarán los cadáveres durante el verano
y los animales salvajes roerán los huesos durante el invierno.
En aquel tiempo, el Señor de los Ejércitos Celestiales recibirá
obsequios
de esa tierra dividida por ríos,
de ese pueblo de gente alta y de piel suave,
temido en todas partes por sus conquistas y destrucción.
Llevarán obsequios a Jerusalén,
donde habita el Señor de los Ejércitos Celestiales.
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