Inmersion Origenes - Flipbook - Página 346
332
INMERSIÓN
•
ORÍGENES
29:18–30:4
plata y de oro. Hago este pacto contigo, para que nadie —hombre o mujer,
clan o tribu— se aparte del S eñor nuestro D
ios para rendir culto a esos
dioses de otras naciones, y para que ninguna raíz produzca frutos amargos
y venenosos en medio de ti.
»Los que oyen las advertencias de esta maldición no deberían confiarse
demasiado y pensar: “Estoy a salvo, a pesar de que sigo los deseos de mi corazón terco”. ¡Eso los llevaría a la ruina total! Y el Señor jamás perdonará
a los que piensan así. Por el contrario, su enojo y su celo arderán contra
ellos. Les caerán encima todas las maldiciones escritas en este libro, y el
Señor borrará sus nombres de la faz de la tierra. El Señor los apartará de
las demás tribus de Israel para echar sobre ellos todas las maldiciones del
pacto registradas en este libro de instrucción.
»Entonces las generaciones futuras, tanto tus descendientes como los
extranjeros que vengan de t ierras lejanas, verán la devastación de tu t ierra
y las enfermedades con las que el Señor la aflige. Exclamarán: “Toda esta
tierra quedó devastada con azufre y sal. Es una tierra baldía, sin cultivos,
donde no crece nada, ni siquiera un tallo de pasto. Es como las ciudades
de Sodoma y Gomorra, Adma y Zeboim, las cuales el S eñor destruyó en
su intenso enojo”.
»Todas las naciones vecinas preguntarán: “¿Por qué el S eñor afligió así
a esa tierra? ¿Por qué se enojó tanto?”.
»Y la respuesta será: “Sucedió porque el pueblo de esa t ierra abandonó
el pacto que el Señor, Dios de sus antepasados, hizo con ellos cuando
los sacó de la tierra de Egipto. En cambio, se apartaron de él para servir y
rendir culto a dioses que no conocían, dioses que no provenían del Señor.
Por esa razón, el enojo del Señor ardió contra esa t ierra y cayeron sobre
ella cada una de las maldiciones registradas en este libro. ¡Con gran enojo
y furia, el S eñor desarraigó a su propio pueblo de la t ierra y lo desterró a
otra nación, donde ellos viven hasta el día de hoy!”.
»El S eñor nuestro D
ios tiene secretos que nadie conoce. No se nos
pedirá cuenta de ellos. Sin embargo, nosotros y nuestros hijos somos responsables por siempre de todo lo que se nos ha revelado, a fin de que
obedezcamos todas las condiciones de estas instrucciones.
»En el futuro, cuando experimentes todas las bendiciones y las maldiciones que te detallé y estés viviendo entre las naciones a las que el Señor tu
Dios te haya desterrado, toma muy en serio todas estas instrucciones. Si
en aquel tiempo, tú y tus hijos regresan al Señor tu Dios, y si obedecen
con todo el corazón y con toda el alma los mandatos que te entrego hoy,
entonces el S eñor tu D
ios te devolverá tu bienestar. Tendrá misericordia
de ti y te volverá a reunir de entre todas las naciones por donde te dispersó.
Aunque estés desterrado en los extremos de la tierra, el Señor tu Dios te
InmersionOrigenes_NTV.indd 332
10/12/2017 10:06:32 AM