Inmersion Origenes - Flipbook - Página 336
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INMERSIÓN
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ORÍGENES
23:14–24:6
herramientas. Cuando vayas a hacer tus necesidades, cava un hoyo con la
pala y luego cubre el excremento. El campamento debe ser santo, porque
el Señor tu D
ios se mueve dentro de él para protegerte y derrotar a tus
enemigos. Ten cuidado de que él no vea nada vergonzoso en medio de ti,
o se alejará de tu lado.
»Si un esclavo huye de su amo y se refugia contigo, no lo devuelvas a
su amo. Déjalo vivir en medio de ti en cualquier ciudad que elija y no lo
oprimas.
»Ningún israelita, sea hombre o mujer, se dedicará a la prostitución
ritual del templo. Para cumplir con un juramento, no lleves a la casa del
Señor tu D
ios ninguna ofrenda que provenga de la ganancia de un hombre o de una mujer que se haya prostituido, pues ambos son detestables
al S eñor tu Dios.
»No cobres intereses por los préstamos que le hagas a otro israelita,
sea que le prestes dinero, alimento o cualquier otra cosa. Puedes cobrar
intereses a los extranjeros, pero no les cobrarás a los israelitas, para que el
Señor tu Dios te bendiga en todo lo que hagas en la t ierra donde estás a
punto de entrar y que vas a poseer.
»Cuando hagas un voto al Señor tu D
ios, no tardes en cumplir lo que
le prometiste. Pues el Señor tu Dios te exige que cumplas todos tus votos
sin demora, o serás culpable de pecado. Sin embargo, no es pecado abstenerse de hacer un voto. Pero una vez que voluntariamente hagas un voto,
asegúrate de cumplir lo que prometiste al Señor tu D
ios.
»Cuando entres en el viñedo de un vecino, podrás comer todas las uvas
que quieras, pero no te llevarás nada en una canasta. También, cuando
entres en el campo de un vecino, podrás arrancar los granos de trigo con
la mano, pero no cortarás las espigas con la hoz.
»Supongamos que un hombre se casa con una mujer, pero ella no le
agrada. Resulta que él encuentra algo reprochable en ella, entonces escribe
un documento de divorcio, se lo entrega y la echa de su casa. Una vez que
ella abandona la casa, queda libre para volver a casarse. Sin embargo, si el
segundo marido también la desprecia, escribe un documento de divorcio,
se lo entrega y la echa de la casa, o si él muere, el primer marido no podrá
casarse de nuevo con ella, porque ha quedado impura. Sería un acto detestable a los ojos del Señor. No debes manchar de culpa la t ierra que el
Señor tu Dios te da como preciada posesión.
»A un hombre recién casado no se le debe reclutar para el ejército ni se
le debe asignar alguna otra responsabilidad oficial. Debe estar libre para
pasar un año en su casa, haciendo feliz a la mujer con la que se casó.
»Está mal tomar un conjunto de piedras de molino —ni siquiera la piedra de arriba— como garantía por un préstamo que hayas hecho, porque
el dueño las necesita para ganarse la vida.
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