Inmersion Origenes - Flipbook - Página 254
240
INMERSIÓN
•
ORÍGENES
13:30–14:14
viven en el Neguev y los hititas, los jebuseos y los amorreos viven en la
zona montañosa. Los cananeos viven a lo largo de la costa del mar Mediterráneo y a lo largo del valle del Jordán».
Pero Caleb trató de calmar al pueblo que se encontraba ante M
oisés.
—¡Vamos enseguida a tomar la tierra! —dijo—. ¡De seguro podemos
conquistarla!
Pero los demás hombres que exploraron la tierra con él, no estuvieron
de acuerdo:
—¡No podemos ir contra ellos! ¡Son más fuertes que nosotros!
Entonces comenzaron a divulgar entre los israelitas el siguiente mal informe sobre la tierra: «La t ierra que atravesamos y exploramos devorará
a todo aquel que vaya a vivir allí. ¡Todos los habitantes que vimos son
enormes! Hasta había gigantes, los descendientes de Anac. ¡Al lado de
ellos nos sentíamos como saltamontes y así nos miraban ellos!».
Entonces toda la comunidad empezó a llorar a gritos y así continuó toda
la noche. Sus voces se elevaron en una gran protesta contra M
oisés y Aarón:
«¡Si tan solo hubiéramos muerto en Egipto o incluso aquí en el desierto!
—se quejaban—. ¿Por qué el S eñor nos está llevando a esta t ierra solo
para que muramos en batalla? ¡A nuestras esposas y a nuestros hijos se llevarán como botín! ¿No sería mejor volvernos a Egipto?». Entonces conspiraron entre ellos: «¡Escojamos a un nuevo líder y regresemos a Egipto!».
Entonces Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra ante toda la comunidad de Israel. Dos de los hombres que exploraron la tierra, Josué, hijo de
Nun, y Caleb, hijo de Jefone, se rasgaron la ropa y dijeron a todo el pueblo
de Israel: «¡La t ierra que atravesamos y exploramos es maravillosa! Si el
Señor se agrada de nosotros, él nos llevará a salvo a esa tierra y nos la entregará. Es una t ierra fértil, donde fluyen la leche y la miel. No se rebelen
contra el Señor y no teman al pueblo de esa tierra. ¡Para nosotros son
como presa indefensa! ¡Ellos no tienen protección, pero el Señor está con
nosotros! ¡No les tengan miedo!».
Sin embargo, toda la comunidad comenzó a decir que apedrearan a
Josué y a Caleb. Entonces la gloriosa presencia del S eñor se apareció a
todos los israelitas en el tabernáculo. Y el S eñor le dijo a M
oisés: «¿Hasta
cuándo me despreciará este pueblo? ¿Nunca me creerán, aun después de
todas las señales milagrosas que hice entre ellos? Negaré que son míos y
los destruiré con una plaga. ¡Luego te convertiré en una nación grande y
más poderosa que ellos!».
Pero M
oisés respondió:
—¿Qué pensarán los egipcios cuando oigan acerca de esto? —le preguntó al Señor—. Ellos saben muy bien cómo demostraste tu poder
cuando rescataste a tu pueblo de Egipto. Si ahora los destruyes, entonces los egipcios lo informarán a los habitantes de esta tierra, los cuales ya
InmersionOrigenes_NTV.indd 240
10/12/2017 10:06:07 AM