Inmersion Origenes - Flipbook - Página 238
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INMERSIÓN
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ORÍGENES
5:16-31
al sacerdote. También presentará por ella una ofrenda de dos litros de
harina de cebada. No debe mezclarse con aceite de oliva ni incienso,
porque se trata de una ofrenda de celos para demostrar si ella es o no
culpable.
»Entonces el sacerdote la presentará delante del Señor para que sea
juzgada. Pondrá un poco de agua santa en un recipiente de barro y mezclará polvo que tomó del piso del tabernáculo. Una vez que el sacerdote
haya presentado a la mujer delante del Señor, le desatará el cabello y
colocará en las manos de ella la ofrenda de prueba, es decir, la ofrenda
de celos, para discernir si las sospechas de su esposo son justificadas. El
sacerdote se pondrá frente a ella y sostendrá el recipiente de agua amarga
que trae una maldición para quienes son culpables. Enseguida el sacerdote pondrá a la mujer bajo juramento y le dirá: “Si ningún otro hombre
ha tenido relaciones sexuales contigo y no te has descarriado ni te has
contaminado mientras has estado bajo la autoridad de tu esposo, que seas
inmune a los efectos de esta agua amarga que trae la maldición. Pero si te
has descarriado siendo infiel a tu marido y te has contaminado teniendo
relaciones sexuales con otro hombre...”
»En este momento el sacerdote pondrá a la mujer bajo juramento
al decir: “Que el pueblo sepa que la maldición del Señor cayó sobre ti
cuando él te haga estéril al causar que tu útero se encoja y tu abdomen
se hinche. Ahora, que esta agua que trae la maldición entre en tu cuerpo
y cause que tu abdomen se hinche y tu útero se encoja”. A la mujer se le
exigirá decir: “Sí, que así sea”. Entonces el sacerdote escribirá estas maldiciones en un trozo de cuero y luego las lavará para que caigan dentro del
agua amarga. Hará que la mujer beba el agua amarga que trae la maldición.
Cuando el agua entre en su cuerpo, si ella es culpable, le causará un sufrimiento amargo.
»Después el sacerdote tomará la ofrenda de celos de la mano de la mujer
y la alzará ante el Señor y la llevará al altar. Tomará un puñado de harina
como porción simbólica, la quemará en el altar y le exigirá a la mujer que
beba el agua. Si ella se ha contaminado siendo infiel a su marido, el agua
que trae la maldición le producirá un sufrimiento amargo. Su abdomen
se hinchará y su útero se encogerá, y su nombre se volverá una maldición
entre su pueblo. Pero si ella no se ha contaminado y es pura, entonces
saldrá ilesa y todavía podrá tener hijos.
»Esta es la ley ritual para lidiar con los celos. Si una mujer se descarría y
se contamina mientras está bajo la autoridad de su marido, o si un hombre
siente celos y sospecha que su esposa le fue infiel, el marido debe presentar a su esposa delante del S eñor y el sacerdote aplicará esta ley ritual en
su totalidad. El marido será inocente de toda culpa en este caso, pero su
esposa será responsable por su propio pecado».
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