Inmersion Mesias - Flipbook - Página 45
11:14-31
L u cas – H E C H O S
33
Cierto día, Jesús expulsó un demonio de un hombre que no podía hablar
y, cuando el demonio salió, el hombre comenzó a hablar. Las multitudes
quedaron asombradas, pero algunos dijeron: «Con razón puede expulsar
demonios. Él recibe su poder de Satanás, el príncipe de los demonios».
Otros, con la intención de poner a Jesús a prueba, le exigían que les mos
trara alguna señal milagrosa del cielo para demostrar su autoridad.
Jesús conocía sus pensamientos, así que dijo: «Todo reino dividido
por una g uerra civil está condenado al fracaso. Una familia dividida por
peleas se desintegrará. Ustedes dicen que mi poder proviene de Satanás,
pero si Satanás está dividido y pelea contra sí mismo, ¿cómo puede so
brevivir su reino? Entonces, si mi poder proviene de Satanás, ¿qué me
dicen de sus propios exorcistas quienes también expulsan demonios?
Así que ellos los condenarán a ustedes por lo que acaban de decir. Sin
embargo, si yo expulso a los demonios por el poder de D
ios, entonces el
reino de Dios ha llegado y está entre ustedes. Cuando un hombre fuerte
está armado y protege su palacio, sus posesiones están seguras, hasta que
alguien aún más fuerte lo ataca y lo vence, le quita sus armas y se lleva
sus pertenencias.
»El que no está conmigo a mí se opone, y el que no trabaja conmigo, en
realidad, trabaja en mi contra.
»Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va al desierto en
busca de descanso, pero como no lo encuentra, dice: “Volveré a la persona
de la cual salí”. De modo que regresa y encuentra que su antigua casa está
barrida y en orden. Entonces el espíritu busca a otros siete espíritus más
malignos que él, y todos entran en la persona y viven allí. Y entonces esa
persona queda peor que antes».
Mientras él hablaba, una mujer de la multitud exclamó: «¡Que Dios
bendiga a tu madre, el vientre del cual saliste y los pechos que te
amamantaron!».
Jesús respondió: «Pero aún más bendito es todo el que escucha la pala
bra de Dios y la pone en práctica».
Al apretujarse la multitud contra Jesús, él dijo: «Esta generación maligna
sigue pidiéndome que le muestre una señal milagrosa, pero la única que
le daré será la señal de Jonás. Lo que le sucedió a él fue una señal para los
habitantes de Nínive de que Dios lo había enviado. Lo que le suceda al
Hijo del Hombre será una señal para la gente de este tiempo de que él fue
enviado por Dios.
»El día del juicio, la reina de Saba se levantará contra esta generación
y la condenará, porque vino de una t ierra lejana para oír la sabiduría de
Salomón. Ahora alguien superior a Salomón está aquí, pero ustedes se
InmersionMesias_NTV.indd 33
8/18/2017 8:41:32 AM