Inmersion Mesias - Flipbook - Página 263
INMERSOS EN 1 TIMOTEO
T I M O T E O E R A E L C O M PA Ñ E R O joven con quien Pablo contó durante
años. Fue la visita y el informe de Timoteo lo que motivó la primera
carta de Pablo a la iglesia de Tesalónica; y cuando Pablo escribió a la
iglesia de Corinto, envió a Timoteo a entregar la carta, afirmando que
Timoteo estaba haciendo «la obra del Señor igual que yo». Timoteo
había viajado con Pablo, había permanecido junto a él mientras estaba
preso, y seguía cumpliendo tareas para el apóstol, como visitar a los
creyentes en Filipos.
Era un colega tan íntimo y confiable que cinco de las cartas de Pablo
en nuestro Nuevo Testamento hacen referencia a Timoteo como coautor. Pero esta vez, Pablo le escribía a Timoteo mismo, con instrucciones
y estímulo para su encargo más difícil.
Como líder misionero de la iglesia primitiva, Pablo viajaba, predicaba
la Buena Noticia, iniciaba iglesias, y luego salía para nuevos lugares. Lamentablemente, a veces llegaron otros después de él que perturbaron
a las iglesias que él había fundado. Mientras Pablo estaba en prisión, la
iglesia que había iniciado en la ciudad estratégica de Éfeso había sido
infiltrada por ciertos autodenominados «maestros». Como los falsos
maestros en Corinto, disuadían a los creyentes de casarse y de comer
ciertos alimentos. Y como los falsos maestros en Colosas, generaban
especulaciones acerca de algunos mitos y otras supuestas prácticas
espirituales. Además, esos «maestros» también estaban provocando
conflictos en otras áreas, incluyendo el liderazgo de la iglesia.
Una vez liberado de la cárcel, Pablo investigó la situación en Éfeso.
Pero no pudo permanecer allí mucho tiempo porque había asuntos que
atender en otros lugares también. De manera que siguió a Macedonia,
pero dejó a Timoteo en Éfeso con un mandato claro y simple: frenar «a
esas personas cuyas enseñanzas son contrarias a la verdad».
Poco después, Pablo le mandó a Timoteo una carta con más detalles,
la que ahora se conoce como 1 Timoteo. Esta carta alterna entre dar
instrucciones sobre cómo encarar situaciones específicas en Éfeso y dar
«encargos», es decir, palabras de desafío personal, a Timoteo mismo.
Es probable que la intención de Pablo fuera que Timoteo leyera las
instrucciones en voz alta a la iglesia, pero que los encargos personales
estuvieran dirigidos a animar a Timoteo en privado. Al parecer, Timoteo
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