Biblia de estudio Swindoll | Evangelio de Juan - Flipbook - Página 9
JUAN 2:3
1357
CANÁ
Agua hecha vino en
el tiempo de Dios
JUAN 2
Capernaúm
Mar de
Galilea
Nazaret
Caná
Mar
Mediterráneo
Río
Jordán
ISRAEL
Hebrón
JORDANIA
Jerusalén
Belén
Mar
Muerto
Los arqueólogos han encontrado ruinas de la antigua aldea de
Caná en esta colina.
EL SITIO MÁS INDICADO para lo que la Biblia llama Caná de Galilea es el khirbet
Qana, en el valle de Bet Netofa, que concuerda con la ubicación que dio Josefo (La vida
de Flavio Josefo 16.86). En la antigüedad, este valle de presentación oriente-occidente
era un importante paso de montaña entre Tiberias y Tolemaida (Aco) y solía tener
pantanos con juncos. De hecho, el nombre Caná significa «junco».
Los arqueólogos han encontrado cuevas, cisternas, vasijas de piedra, un edificio
público romano, casas y un palomar en Caná. Ubicado a un poco más de doce kilómetros al nororiente de Nazaret, Caná fue el pueblo de origen de Natanael (Jn 21:2).
Allí, Jesús llevó a cabo Su primer milagro al convertir agua en vino (Jn 2:1-11). Cuando
regresó a Caná, un funcionario del gobierno en Capernaúm le imploró que sanara a
su hijo, y Él le concedió su petición (Jn 4:46-54).
Juan llama al primer milagro de Jesús una «señal milagrosa», lo que demuestra
que los milagros de Jesús tenían un propósito. Señalaban algo más allá de las maravillas mismas. Esta señal en particular puede haber estado relacionada con la profecía
sobre la tribu de Judá y su promesa mesiánica indicada por la abundancia de vino
(Gn 49:11-12), y ocasionó el primer impulso ligero que Jesús recibiría de Sus seguidores para que pusiera en marcha el reino de Dios. El hecho de que María mencionara la
falta de vino puede haber tenido implicaciones mesiánicas, especialmente a la luz de
la respuesta de Jesús: «Todavía no ha llegado mi momento» (Jn 2:4). Convertir agua
en vino para una boda era una cosa. Dar inicio al reino de Dios antes de tiempo era
otra cosa. Este milagro reveló la gloria de Jesús. ¿Cuál fue el resultado? «Sus discípulos
creyeron en él» (Jn 2:11).
La respuesta de Jesús revela que las bendiciones que Él prometió para todos los
creyentes vendrán solamente en el tiempo de Dios. Mientras tanto, nos ha revelado
Su gloria para darnos fe y esperanza en Él.