Biblia de estudio Swindoll | Evangelio de Juan - Flipbook - Página 7
JUAN 1:22
1355
La Palabra se hizo hombre
JUAN 1:1-18
E L H IJO D E D I OS, como «Dios verdadero» (para citar el Credo de Nicea), llegó a esta
tierra como hombre. Vino a las montañas que Él creó. Enfrentó los ríos con sus corrientes
veloces. Atravesó los valles. Contempló el mar. Caminó bajo el cielo, las estrellas, la luna
y el sol. Sin embargo, la verdadera tragedia entre todas las tragedias
es esta: «Vino al mismo mundo que él había creado, pero el mundo
El mundo
no lo reconoció» (Jn 1:10). El mundo no reconoció a Aquel que lo
no reconoció
había creado. En otras palabras: «Vino a los de su propio pueblo,
y hasta ellos lo rechazaron» (Jn 1:11).
a Aquel que
En nuestro mundo, las personas ven la belleza de la creación;
lo creó.
sin embargo, rehúsan reconocer al Creador. Imagina que Walt
Disney llegara a Disneylandia el día de su inauguración en 1955,
pero nadie lo reconociera a él ni tampoco el hecho de que todo lo que hay en el parque
de diversiones había sido producto de su imaginación y su creatividad. Imagina que todos
dijeran: «Oh, esto simplemente sucedió». Semejante ilustración no puede hacerle justicia a
este magnífico pasaje de las Escrituras, pero puedes captar la idea.
Todos conocemos la historia de la Navidad: el Creador vino a nuestro planeta como
un bebé, pero no hubo lugar en la posada para Aquel que había creado las rocas de las que
estaba hecha esa posada. No hubo una cálida bienvenida para Cristo. ¿No es extraordinario que Aquel que es igual, coeterno y coexistente con el Padre y el Espíritu, Aquel que
decretó divinamente los acontecimientos que seguirían su curso en esta tierra siguiendo
los tiempos perfectos de Su plan insondable, viniera a la tierra y fuera golpeado, que se le
escupiera, que le martillaran clavos en Sus manos y Sus pies, que lo colgaran en una cruz
y que lo maldijeran hasta que murió? Incluso después de que Él resucitó de entre los muertos, todavía lo niegan, lo rechazan y lo desechan unos veinte siglos más tarde. Todavía no
hay lugar para el Salvador.
¿Y qué de ti? ¿Entiendes el significado de que Dios, quien lo creó todo, se redujera
hasta adquirir piel, se sujetara a la misma gravedad que Él puso en vigor y viviera sujeto
a las limitaciones de tiempo y espacio, todo para beneficio tuyo?
Desde un pasado infinito hasta un futuro infinito, Jesucristo sigue siendo en Su naturaleza y Sus atributos Dios verdadero. Sin embargo, para que los seres humanos puedan
ver cómo es Dios en forma tangible, Cristo se convirtió en un ser humano para toda la
eternidad futura. Esta introducción del Evangelio de Juan concluye con esto: «Nadie ha
visto jamás a Dios; pero el Único, que es Dios, está íntimamente ligado al Padre. Él nos
ha revelado a Dios» (Jn 1:18).
¿Te preguntas cómo es el Padre? Haz un estudio de Cristo. ¿Te preguntas cómo podría
Dios ser un Dios de gracia, que es al mismo tiempo gentil y también lleno de justicia y
pureza? Mira a Cristo. Él comparte la naturaleza divina del Padre, y la explica y la modela
en términos perfectos para que podamos captar la persona del Padre.
El mundo no reconoció a Aquel que lo creó. ¿Lo reconocemos nosotros?