SCLECARTO Revista N6 2024 - Flipbook - Página 59
TRASFERENCIA DEL FHL; UNA OPCIÓN ANTE GRANDES
DEFECTOS DE AQUILES: A PROPÓSITO DE UN CASO.
Autores: Armesto Guzón, Pablo; Menéndez Solana, Guillermo; Azpeitia Coscarón, Julen;
Villoria Llata, Paula; García Portal, Gonzalo
HOSPITAL UNIVERSITARIO MARQUÉS DE VALDECILLA, SANTANDER, ESPAÑA
Pablo Armesto Guzón.
pablogpleon@gmail.com
Av. Valdecilla s/n, 39008, Santander, España.
RESUMEN
La reconstrucción de grandes defectos del tendón
de Aquiles supone un desafío para el cirujano y no existe
consenso en la literatura respecto a su manejo. En este
artículo se describe una reconstrucción mediante plastia
Christensen y trasferencia del Flexor Hallucis Longus (FHL)
en un varón de 30 años con defecto de 9 cm del tendón de
Aquiles tras infección aguda de sutura abierta. Se programa
cirugía de dos tiempos, primero desbridamiento, toma de
muestras, espaciador y tratamiento antibiótico dirigido y
tras 6 semanas, reconstrucción mediante transferencia
FHL- plastia Christensen. Al año, no hay dolor, el balance
articular es completo y muestra buen resultado funcional.
Como conclusión, la transferencia de FHL se presenta
como una opción atractiva para el manejo de estos grandes
defectos (>6cm) de Aquiles, los cuales suponen un desafío y
no presentan consenso en cuanto a su manejo, habiéndose
publicado buenos resultados.
SUMMARY
The reconstruction of large Achilles tendon defects is a
challenge for the surgeon and there is no consensus in the
literature regarding its management. This article describes
a reconstruction by Christensen plasty and Flexor Hallucis
Longus (FHL) transfer in a 30-year-old male with a 9 cm
Achilles tendon defect after acute open suture infection.
Two-stage surgery is scheduled, 昀椀rst debridement, sampling,
spacer and targeted antibiotic treatment and after 6 weeks,
reconstruction by FHL transfer - Christensen plasty. At one
year, there is no pain, the joint balance is complete and
shows good functional outcome. In conclusion, FHL transfer
is presented as an attractive option for the management of
these large Achilles defects (>6cm), which pose a challenge
and there is no consensus on their management, although
good results have been published.
INTRODUCCIÓN
Las roturas del tendón de Aquiles son lesiones en
aumento, afectan a 18/100.000 hab/ año. Los más afectados
son varones deportistas, de entre 30 y 50 años, que practican
deporte de manera esporádica. Según algunas series, hasta
un 25% de estas lesiones pasan desapercibidas los primeros
días, dada la “escasa” limitación funcional que pueden
producir, fuera del ámbito deportivo(1).
En cuanto a su manejo, tradicionalmente las roturas
agudas se han manejado mediante cirugía abierta y
reparación directa. Estas reparaciones conseguían
recuperaciones funcionales mejores y más rápidas,
reduciendo considerablemente el riesgo de rerotura (5%3,5% vs 12%) comparado con el tratamiento conservador
(2,3). Sin embargo, estas técnicas no estaban exenta de
complicaciones, ausentes con un manejo ortopédico, entre
las que se encontraban las infecciones y los problemas de
herida quirúrgica, dada la pobre vascularización local, y que,
según algunos estudios, ase podían dar hasta en 1/3 de los
casos considerando complicaciones menores (molestias
locales, dehiscencia de herida, problemas de cicatrización) e
infecciones, rondando estas últimas el 4%(3).
Fue, debido a estas posibles complicaciones, por lo que
el tratamiento conservador volvió a resultar interesante;
sobre todo tras estudios como el de Soroceanue et al, que
demostraban que tratamientos conservadores empleando
pautas de rehabilitación funcional y rehabilitación temprana,
podían alcanzar tasas de reruptura y resultados de fuerza/
funcionalidad equivalentes a los tratamientos quirúrgicos
convencionales, evitando las complicaciones locales(4).
Sin embargo, no en todos los hospitales existen unidades
de rehabilitación capaces de ofrecer tales protocolos de
tratamiento y seguimiento. Por este motivo, surgieron
los tratamientos percutáneos: estos buscaban obtener
los mismos, si no mejores resultados que las técnicas
de reparación abierta convencionales, reduciendo las
complicaciones locales relacionadas con las incisiones
convencionales. Estudios como el de Attia AK. et al.
demostraron resultados funcionales equivalentes a las
técnicas abiertas convencionales, reduciendo el riesgo de
infección (0,4 vs 6%) y el riesgo de rerotura posterior (2%),
reduciendo el tiempo quirúrgico, pero aumentando el riesgo
de N. sural (3,4%)(5).
Podemos a昀椀rmar que la rotura aguda del tendón de
Aquiles ha sido una patología sobre la que existe amplia
experiencia, en la que se han aplicado diferentes tratamientos
y en la que existe cierta evidencia respecto a sus opciones de
tratamiento.
Sin embargo, en el tratamiento de defectos de tendón
de Aquiles, como los resultantes tras infecciones locales
y roturas crónicas, la cosa cambia; en su manejo no existe
un consenso claro y suponen un reto para el traumatólogo,
sobre todo cuando hablamos de grandes defectos (>5cm)
Chen C. et al, muestran en su artículo un posible
algoritmo en cuanto al manejo de defectos tendinosos de
Aquiles resultantes a roturas crónicas del mismo, que ha sido
tomado como referencia para el manejo del paciente que
veremos a continuación(6).
• En defectos de