SCLECARTO Revista N6 2024 - Flipbook - Página 38
Manejo artroscópico de las roturas irreparables del manguito rotador
comienza un programa de rehabilitación supervisado. El
objetivo de la rehabilitación es lograr una movilización precoz
sin repercutir en la curación e integración de nuestro injerto.
Desde el principio se autoriza la retirada de la ortesis 3 o 4
veces al día para la realización de ejercicios pendulares sin
carga. A las dos semanas comienza con el 昀椀sioterapeuta
ejercicios de movilización pasiva progresivos. A las seis
semanas se autorizan los ejercicios de movilización activa.
A las doce semanas se introducen los ejercicios contra
resistencia y de fortalecimiento progresivos, hasta 昀椀nalmente
retirar cualquier restricción a los cuatro meses de la cirugía.
En cuanto a la evolución clínica, la amplitud de movimiento
mejoró sustancialmente tras el procedimiento de la RCS. La
paciente ha alcanzado un balance articular activo de 昀氀exión
150º, abducción 130º, rotación interna y rotación externa
completas, ha retomado sus actividades cotidianas y de ocio
y su puntuación en la EVA al año de la cirugía es de 2 puntos.
Figura 2: Imagen previa a la entrada del xenoinjerto cebado a través de la cánula flexible. En
nuestro caso, diferenciamos la cara bursal de nuestra matriz que nos sirve como referencia
en la visión artroscópica.
Resultado:
Una vez 昀椀nalizado el procedimiento, observamos cómo la
cabeza humeral queda completamente cubierta con nuestro
injerto (Figura 3 y Figura 4).
En cuanto a la evolución radiológica, no se han desarrollado
cambios degenerativos en la articulación glenohumeral.
Las radiografías de seguimiento muestran un descenso
de la cabeza humeral, con una distancia acromiohumeral
postoperatoria de 8 milímetros, 3 milímetros mayor en
comparación con la situación inicial de partida.
Por el momento y en virtud de la buena evolución clínica
que ha experimentado nuestra paciente, no hemos realizado
una ecografía o una RMN postoperatoria del hombro que nos
permita valorar de manera objetiva el estado y la integración
del injerto.
En nuestro caso, no hemos observado complicaciones
como infecciones, reacciones in昀氀amatorias, rechazo
tisular u otros efectos adversos importantes a lo largo del
seguimiento realizado.
DISCUSIÓN
Clásicamente, el tratamiento de las roturas masivas
del manguito rotador había sido considerado un reto para
los cirujanos ortopédicos, ya que ninguna técnica ofrecía
resultados completamente satisfactorios, mostrando una
alta tasa de fracasos consecuencia de la inelasticidad y
de la mala calidad tendinosa que suelen presentar los
pacientes(21)(22).
Figura 3: Resultado del injerto visto desde el espacio intraarticular.
Figura 4: Resultado del injerto visto desde el espacio subacromial.
RESULTADOS
La paciente es inmovilizada inicialmente con una ortesis
en abducción de 45º. Desde el día posterior a la cirugía
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Es por ello que, tras el fracaso del tratamiento
conservador, tuvimos que ofrecerle una alternativa
quirúrgica. En los pacientes con desgarros masivos del
manguito rotador, nuestro objetivo debe ser el de preservar
la articulación(23)(24).
Es en 2012 cuando Mihata et al(9) revelan la importancia
a la cápsula superior en la estabilidad de la articulación
glenohumeral y realizan un estudio posterior en el
que describen la técnica de RCS artroscópica como un
procedimiento para tratar desgarros masivos e irreparables
del manguito rotador empleando un autoinjerto de fascia
lata(13). Demostraron la restauración de la traslación
superior del húmero y de la estabilidad glenohumeral. En
un estudio posterior en 2018(4), corroboraron de nuevo
su hipótesis al obtener unos resultados excelentes en las
tasas de reversión de la pseudoparálisis empleando esta
técnica. Consiguieron mejoras signi昀椀cativas en cuanto a
dolor, funcionalidad y amplitud de movimiento, así como
un aumento signi昀椀cativo de la distancia acromiohumeral y
una alta tasa de integración del injerto en el seguimiento,