SCLECARTO Revista N6 2024 - Flipbook - Página 16
Cirugía correctora de cierre 昀椀sario precoz tras una epi昀椀siolisis tipo 1 sin desplazamiento. ¿O no?
inicial de epi昀椀siolisis tipo 1 (Fig 6) dada que la aparición de un
cierre 昀椀sario precoz tras este tipo de epi昀椀siolisis es bastante
infrecuente(5).
BIBLIOGRAFÍA
Una vez visto el desenlace del caso, y basándonos en las
imágenes radiográ昀椀cas, es probable que lo que en un primer
momento fue diagnóstica como fractura tipo rodete (6) se
tratase de una ep昀椀siolisis tipo 2 de Salter-Harris (Fig 7) con
una incidencia mínimamente superior de ocasionar un cierre
昀椀sario precoz respecto a una epi昀椀siolisis Salter-Harris tipo 1.
2. Rathjen KE, Birch JG. Physeal injuries and growth disturbances.
In: Beaty JH, Kasser JR, eds. Rockwood and Wilkins' Fractures in
Children. 6th ed. Philadelphia, PA: Lippincott Williams & Wilkins;
2006:99-132.
Basándonos en la clasi昀椀cación de Peterson, también cabe
la posibilidad de que se tratase de una epi昀椀siolisis Tipo 1 de
Peterson (Fig 8) que también asocia un pequeño riesgo de
cierre 昀椀sario precoz(7).
Y volviendo por último a la clasi昀椀cación más empleada,
es probable que estuviéramos ante una epi昀椀siolisis tipo 5
de Salter-Harris (Fig 9), más aun sabiendo que en muchas
ocasiones este tipo de fracturas pasan desapercibidas en
el momento del diagnóstica y terminan presentándose en
forma de complicación como cierre 昀椀sario preco(8)).
Del mismo modo, no se puede concluir que este cierre
昀椀sario precoz no se haya visto motivado o favorecido por
otros factores como los traumatismos repetitivos o el tiempo
de inmovilización empleado en el tratamiento de dichos
traumatismos(9).
Para concluir, ya sea por errores en el diagnóstico o por
azar del destino, debemos estar preparados para tratar las
complicaciones derivadas de cualquier patología.
1. Banagan K, Kirsch T, Poelstra K. Skeletal development. AAOS
comprehensive orthopaedic review, Ed. AAOS, 2012.
3. Houshian S, Holst AK, Larsen MS, Tor昀椀ng T. Remodeling of SalterHarris type II epiphyseal plate injury of the distal radius. J Pediatr
Orthop. 2004 Sep-Oct;24(5):472-6
4. Abzug JM, Little K, Kozin SH. Physeal arrest of the distal radius. J
Am Acad Orthop Surg. 2014 Jun;22(6):381-9.
5. Kirkland C, Singh A, Mahajan P, Ru昀케n J, Galwankar S. Approach
to suspected physeal fractures in the emergency department. J
Emerg Trauma Shock [Internet]. 2021. 14(4):222. Disponible en:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35125788/
6. Zlotolow DA, Kozin SH. Hand and wrist injuries in the pediatric
athlete. Clin Sports Med [Internet]. 2020 39(2):457–79. Disponible
en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32115094
7. Sferopoulos NK. Classi昀椀cation of distal radius physeal fractures
not included in the Salter-Harris system. Open Orthop J [Internet].
2014;8(1):219–24. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.
gov/25132871/
8. Kallini JR, Fu EC, Shah AS, Waters PM, Bae DS. Growth disturbance
following intra-articular distal radius fractures in the skeletally
immature patient. J Pediatr Orthop [Internet]. 2020 ;40(10):e910–
5. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32604348/
9. Larsen MC, Bohm KC, Rizkala AR, Ward CM. Outcomes of
nonoperative treatment of Salter-Harris II distal radius fractures:
A systematic review. Hand (N Y) [Internet]. 2016 [;11(1):29–35.
Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27418886/
16 - Revista Sclecarto- N.º 6 - Año 2024