SCLECARTO Revista N6 2024 - Flipbook - Página 11
Síndrome de cauda equina tras accidente por parapente
Figura 5: Cortes axial y sagital de la RMN realizada a nuestra paciente.
Se realizó una RMN de urgencia (昀椀g. 5), donde se apreció
la fractura ya descrita en el TAC que ocasionaba una estenosis
de canal a nivel S1-S2, con compromiso de las raíces pasantes,
sugestivos de lesión radicular, sin interrupción del recorrido
neural.
Debido a la afectación neurológica y los criterios de
inestabilidad de la fractura, se realizaron, en las primeras 48
horas tras el traumatismo, una laminectomía bilateral con
liberación de las raíces afectadas, 昀椀jación lumbopélvica L3L4-ilíacos, descompresión de la cola de caballo, y evacuación
del hematoma.
DISCUSIÓN
Las fracturas de sacro representan menos del 3% de las
fracturas del eje axial(1,2), y, según lo reportado por Nork(6), son
frecuentes las asociadas a fracturas luxaciones de columna
lumbar e inestabilidad de la pelvis. Fundamentándonos en la
clasi昀椀cación de Denis (昀椀g. 1) para las fracturas de sacro, las
fracturas de la zona III son más infrecuentes que las que se
presentan en las zonas I y II, pero están asociadas a lesiones
neurológicas graves como el síndrome de cauda equina(1,2,5,8).
Ésta es una entidad poco frecuente, que supone una urgencia
quirúrgica. La clínica resultante de esta patología es debida
a la compresión de raíces nerviosas en el canal, a nivel de
la llamada cola de caballo cuya importancia radica en que
determina el funcionamiento de vejiga, intestino, órganos
sexuales y parte de los miembros inferiores. El diagnóstico
de la misma se realiza cuando están presentes uno o más de
los siguientes síntomas(8,9,10,12), además de una RMN donde se
objetive dicha afectación neurológica:
- Alteración es昀椀nteriana (urinaria o fecal)
- Hipoestesia en silla de montar
- Disfunción sexual
- Posible dé昀椀cit neurológico en miembros inferiores
(motor, sensitivo y re昀氀ejos osteotendinosos)
Figuras 6 y 7: Radiografías postquirúrgicas donde se objetiva el resultado radiológico de
la intervención.
Al tercer día de la cirugía, la paciente mostró recuperación
completa de la clínica de cauda equina: continencia completa
de esfínteres, mejoría de la anestesia en silla de montar y de
los signos de irritación radicular, además de gran mejoría
subjetiva del dolor lumbar bajo y sacro, y recuperación total
de la fuerza en ambas extremidades inferiores. No obstante,
requirió en el postoperatorio tratamiento rehabilitador de
suelo pélvico. Posteriormente la paciente fue dada de alta,
con seguimiento en su hospital de referencia.
Se debe diferenciar además entre el Síndrome de cauda
equina completo e incompleto, según los criterios de Gleave
y Macfarland, centrados principalmente en el grado de
compromiso es昀椀nteriano(5,12), ya que existe controversia en la
literatura con respecto al momento correcto para intervenir al
paciente, así como la relación que existe entre la mejoría del
cuadro neurológico y el momento de la cirugía. La mayoría de
los autores coinciden en que se obtendrán mejores resultados
en términos de reducción de complicaciones, reversión de
dé昀椀cits neurológicos y prevención de parálisis neurológicas
irreversibles si la cirugía se realiza en las primeras 48 horas
del inicio de los síntomas(1,5,12,13). No obstante, cabe destacar
que, si se ha establecido un síndrome de cauda equina
completo, la descompresión urgente no muestra bene昀椀cio(9).
Revista Sclecarto- N.º 6 - Año 2024 - 11