ALT EXAMPLE - EBOOK - Guajira - Flipbook - Página 93
gión afro, nos encontramos con un cruce de viajeros que
conecta al sur del departamento con el centro y norte,
este es Cuestecitas, en el municipio de Albania, donde
podemos encontrar nuevamente la presencia en Hato
nuevo, allí vemos a las orillas de la carretera algunos hornos que se dedican a la elaboración de queques y almojábanas.
Al seguir nuestro recorrido hacia el sur del departamento
y llegar a Papayal, corregimiento de Barrancas, inicio de
la Baja Guajira que es un extenso valle rodeado por la
serranía del Perijá y la Estribaciones bajas de la sierra
nevada de Santa Marta; ya aparecen los dulces de frutas
silvestres y de gran tamaño, para compartir o para gusto
personal de los más glotones. En Fonseca, Las Bebas,
una familia que en cabeza de su madre mantienen la
tradición dulcera, han logrado posicionar sus “panelas”
de dulces de maduro, de papaya y toronja y así mismo
seguimos encontrando por todo el camino de la Baja
Guajira, pasando por Distracción, por Buena Vista,
por San Juan la región del departamento donde aún se
encuentra Kuke, esa galleta delgada, tan delgada que
casi que se derrite en el paladar, tostada, de un crocante
muy delicado, y un sabor fulminantemente sabroso.
Una inocua comunión de la panela y la harina de trigo.
Más adelante siguiendo por entre montañas, paisajes
verdes de amplia ganadería, visitando Villanueva
encontramos hacedores de buenos dulces, ya no de formas
cuadradas o rectangulares, aparecen de forma redonda y
también de gran tamaño (dulces para compartir), familias
enteras dedican su tiempo y entorno a la elaboración de
dulces monumentales, como lo son todos los dulces de
nuestra Región.
La familia Corrales es un verdadero fortín de las cocinas
tradicionales de los dulces en La Guajira, entre los que
contamos con el dulce de toronja que es realizado con
las toronjas silvestres de la Serranía del Perijá en la
región comprendida por la Jagua del Pilar y Urumita,
precisamente en Urumita, baluarte de la preparación
del dulce de toronja encontramos manos artesanas y
laboriosas como María Barros, Martha Peña y Delfida
conocedoras de su cocina que junto a sus aliados de
tradiciones agrícolas protegen nuestra biodiversidad
debido a que estos productos de frutos silvestres, como
muchos de los dulces que se preservan en la región,
dependen de la estacionalidad de los ingredientes
principales.
En este recorrido dulcero por La Guajira hemos ido del
mar, cactus y arenas a sabanas de valles rodeados por
montañas, de zonas un poco áridas de tonos tierra a
zonas altamente fértiles y con muchos tonos verdes y es
gracias a esta diversidad que en este viaje encontramos
tal variedad culinaria que nos permite encontrar joyas
en cada pueblo que visitamos logrando así complacer a
los paladares de todos los tipos de comensales que nos
visitan, esto sin lugar a duda puede destacarse como una
de las tantas fortalezas de la culinaria guajira, que hay
para todos los gustos.
Siempre escuché a los mayores expresar con cierto dejo
de orgullo y satisfacción “EN LA GUAJIRA SE COME
BIEN” y así lo he vivido, sentido y comprendido. Viandas
calientes y frías, de sal y de dulce, para uno y para otros,
para todo el mundo.
95