FESE HandBook v03c 15112023 MEV- COMPLETO - Flipbook - Página 73
MIGUEL ÁNGEL SANTOS REGO / ¿SON LOS FONDOS DE CONOCIMIENTO UNA OPORTUNIDAD?
CONCLUSIONES
Siempre que tengamos claro el vínculo estructural y funcional entre liderazgo educativo y capital social puede que hayamos despejado el camino para entender la pertinencia cualitativa de asociar los fondos de
conocimiento con una labor efectiva de liderazgo en relación con el reto
de avanzar hacia una mayor inclusividad en nuestras sociedades y, más
concretamente, en los espacios públicos de convivencia comunitaria, a
los que las escuelas no son ajenas porque, sencillamente, son uno de sus
referentes insoslayables. Aún es crucial no olvidar que las aulas, por limitadas que puedan estar en sus condiciones y medios, siguen siendo un
lugar de grandes posibilidades en el espacio público.
Siendo el capital social un constructo aplicable a gran variedad de
contextos, tiene aportado una perspectiva que ayuda en el análisis de dinámicas económicas, culturales, políticas y, por supuesto, relacionales.
De ahí su simbiosis cognitiva con los fondos de conocimiento, cuyo germen conceptual deviene de situaciones con marcada desigualdad, que es
donde ofrece su posibilidad de cambiar la asignación de valor hacia quienes menos voz e innuencia tienen. Y ello a base de usar conocimiento y
destrezas (no académicas) previamente subestimadas o, sencillamente,
despreciadas.
Estaríamos añadiendo, por tanto, una herramienta útil para cualquier
plan estratégico atento a la diversiocación del conocimiento que, más
allá del mundo académico, existe en la comunidad como un todo. Y ese
es un cauce de inclusión mayormente oculto en buena parte del tejido
social, por lo que merece tenerlo presente en la formación y selección de
nuevos líderes educativos.
Es incluso probable que el uso de los fondos de conocimiento en este
ámbito de compromiso socioeducativo permita sacar a la superocie formas de talento no explorado en marcos de vida comunitaria, promoviendo responsabilidades compartidas y resultando, a la postre, en la optimización del mismo liderazgo, ya sea en su dimensión conceptual como
incluso metodológica.
Que no se entienda el argumentario esgrimido como antídoto que diluye los factores estructurales que afectan a las posibilidades de las familias para su implicación en la escuela donde se educa a sus hijos. Lo que
promueve el enfoque de los fondos de conocimiento es que las escuelas
se planteen cuestiones asociadas al reconocimiento de habilidades presentes en la infancia procedente de familias étnica y culturalmente diversas. Es una vía propicia a la creación de relaciones de conoanza y, por
ende, de climas escolares más transformativos.
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