FESE HandBook v03c 15112023 MEV- COMPLETO - Flipbook - Página 376
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LIDERAR LA EDUCACIÓN INTEGRAL (LEI) COMO CAMINO PARA LA INNOVACIÓN PEDAGÓGICA / TERCERA PARTE
El control social, que implica casi siempre una mirada externa, es
una práctica que profundiza en las prácticas democráticas de las
instituciones educativas, promueve la transparencia y contribuye a
la mejora del sistema educativo en su conjunto.
1. LA EVALUACIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA
Y LA MEJORA DE LOS CENTROS
En cualquier ámbito de actividad y de manera particular en el educativo,
la evaluación es un medio para comprobar en qué medida se consiguen
los objetivos propuestos, con el on de promover procesos de mejora que
orienten de manera más adecuada la acción a su logro. Si bien la mejora
puede considerarse el on último y esencial de la evaluación, conocer más
en profundidad el contexto y las prácticas educativas permite también
sistematizar percepciones o información a menudo dispersas y poner
de relieve las fortalezas del proyecto y la satisfacción percibida por los
integrantes de la comunicada educativa, que puede convertirse en un
elemento motivacional muy importante para los equipos docentes y las
direcciones de los centros.
Sin embargo, esta necesidad de la evaluación, excepto en lo relativo
al alumnado, no siempre es sentida o valorada lo suociente por los profesionales, por lo que la puesta en marcha de modelos de evaluación de
la práctica, a pesar de ser un requisito establecido en casi todas las leyes
educativas, no ha conseguido arraigar, seguramente porque muchos de
ellos no han comprobado hasta ahora sus beneocios y es razonable por
tanto la desconoanza que en muchos casos existe al respecto (Martín,
2022) o también porque, como señalan Gaviria y otros (2006), aunque
imprescindible para el funcionamiento de los sistemas sociales dinámicos, no se da de manera natural cuando estos son artiociales.
Desde un enfoque de calidad de la educación (Marchesi y Martín, 2014),
basado en la autonomía del centro y en la participación y la responsabilidad compartida de los distintos agentes implicados, las instituciones
deben dar cuenta a la sociedad periódicamente de los procesos que llevan
a cabo y de los resultados obtenidos. El control social, que implica casi
siempre una mirada externa, es una realidad que profundiza en las prácticas democráticas de las instituciones educativas, promueve la transparencia y contribuye a la mejora del sistema educativo en su conjunto.