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MARÍA JOSÉ ESPÍ Y JESÚS MORAL CASTRILLO / EQUIPOS IMPULSORES DE CENTROS FORMADORES
4. Ayudarse entre todos a desarrollar las competencias y habilidades
como miembro de un equipo impulsor.
Tal como se ha aormado, la comunidad de práctica se basa en el aprendizaje colectivo y premia, por tanto, la iniciativa de sus miembros y la corresponsabilidad. Por ello, el trabajo dentro de esta comunidad se basa en
la cooperación, la iniciativa personal y el debate profundo. Sin embargo,
para que este aprendizaje colectivo sea eocaz es importante establecer una
estructura organizativa. En un contexto de trabajo colaborativo es necesario adoptar una estructura interna sólida y muy organizada para avanzar
de forma conjunta desarrollando un conocimiento especializado.
Seguidamente explicitamos el funcionamiento de las comunidades
de práctica para que la transferencia de conocimiento sea posible:
1. Deonición de los objetivos y onalidades de las comunidades de
prácticas para desarrollar un conocimiento especializado, compartiendo aprendizajes basados en la renexión compartida sobre experiencias prácticas.
2. Creación de las comunidades de práctica en todo el ámbito territorial catalán, en concreto, nueve.
3. Dinamización de las comunidades por personas con experiencia
en procesos de renexión y debate pedagógico. En cada comunidad
participan dos persones dinamizadoras.
4. Coordinación de las personas dinamizadoras, en concreto, dos personas, con experiencia en el funcionamiento de las comunidades
de práctica y cohesión de grupos.
5. Utilización de entornos digitales cooperativos que fomentan la
construcción colaborativa de conocimiento con recursos digitales.
6. Comunicación utilizando tecnologías digitales.
7. Conoguración de ámbitos de trabajo. Un ámbito hace referencia a
un aspecto que una mayoría de los miembros de la comunidad considera clave para hacer avanzar en su profesionalización.
En relación a los ámbitos de trabajo, se trata, por un lado, de avanzar en
la profesionalización de la labor de acompañamiento a los estudiantes
de prácticas por parte de personas mentoras y, por otro, en la profesionalización de la tarea como equipo impulsor.
Los propios miembros de la comunidad son los que determinan y deonen los ámbitos. Sin embargo, y con el on de impulsar estas comunidades de práctica, en un inicio se propusieron unos ámbitos de trabajo
determinados, que tenían el acompañamiento de personas expertas. La
renexión en torno a estos ámbitos fue más allá de la intervención de estas
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