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JAVIER M. VALLE / EL LIDERAZGO, CLAVE PARA PROMOVER EL CAMBIO CURRICULAR COMPETENCIAL
pecialmente importante cuando trata de introducir cambios o
innovaciones, puesto que la resistencia social, administrativa o
institucional puede paralizar la mejora.
A tenor de la conceptualización de un liderazgo eocaz, el documento llega a una serie de renexiones que pueden considerarse las bases de una
armonización para futuras políticas de dirección escolar en Europa:
1o) Se hace imprescindible atraer a la dirección escolar a los profesores más competentes en términos de liderazgo y establecer mecanismos eocientes de retención. Para ello son necesarios planteamientos innovadores en materia de liderazgo escolar.
o
2 ) Es necesario profesionalizar, fortalecer y apoyar el papel del personal directivo de los centros educativos, determinando en primer
lugar las competencias requeridas para ejercer el liderazgo educativo de manera eociente. Esa profesionalización exige también el
desarrollo de una adecuada evaluación de la función directiva. A
partir de ella, pueden generarse trayectorias profesionales más estructuradas, desde las necesidades especíocas de desarrollo profesional de quienes asumen posiciones de liderazgo, proporcionándoles las correspondientes oportunidades de formación.
o
3 ) Debe establecerse un marco de suociente nexibilidad y autonomía para que los directivos de los centros educativos ejerzan sus
tareas con mayor grado de libertad y puedan desarrollar métodos innovadores de liderazgo. Igualmente, crear condiciones
para que otros miembros del personal asuman responsabilidades
de liderazgo. En este sentido, parece lógico generar un cuadro de
incentivos adecuado (no solo económico). Sin duda, la autonomía
debe venir respaldada por unos criterios claros que permitan la
rendición de cuentas y la asunción de responsabilidades. A mayor
autonomía, mayor parece ser necesaria la supervisión.
o
4 ) Sería conveniente hacer que todo el personal que ocupa posiciones de liderazgo pueda adquirir, mantener y actualizar periódicamente las competencias necesarias para el ejercicio de sus
funciones. Especial atención debe ponerse sobre aquellas que le
permitan hacer un uso efectivo de las tecnologías digitales, y sobre las relacionadas con técnicas de gestión y con la promoción de
un aprendizaje innovador.
Termina el documento con tres líneas concretas de actuación (A, B y C)
para poner en marcha, cada una de las cuales, con diversas medidas especíocas, completando así un listado de más de una docena de acciones que
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