FESE HandBook v03c 15112023 MEV- COMPLETO - Flipbook - Página 236
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FUNDAMENTO TEÓRICO DEL PROGRAMA LIDERAZGO PARA UNA EDUCACIÓN INTEGRAL / SEGUNDA PARTE
b. Elaborar una trayectoria profesional para el liderazgo. Atraer a
los más competentes a las tareas directivas y retenerlos en sus cargos no debe ser visto solo como una recompensa para el profesorado veterano en un estadio ya avanzado de su carrera. Las políticas
educativas deben establecer trayectorias profesionales claras para
el liderazgo o la administración, con una patente progresión, distinta de la del profesorado de aula. Esto puede ayudar a incentivar
las prácticas de desarrollo profesional y esa formación podría vincularse con títulos o con hitos en la carrera profesional.
c. Proporcionar formación y oportunidades de desarrollo profesional. Las personas que asumen el liderazgo en las escuelas necesitan de una formación adecuada y de un desarrollo profesional continuado para lograr sus objetivos. Tal y como ocurre con
la formación permanente del profesorado, la formación continua
es también clave para la dirección de las escuelas y otras oguras de
liderazgo. Dicha formación debe ser muy holística, teniendo en
cuenta no solo técnicas de liderazgo y planteamientos pedagógicos, didácticos o metodológicos, sino una visión de política educativa amplia, contando con perspectivas comparadas y supranacionales.
d. Investigar el potencial de la distribución del liderazgo. El denominado liderazgo distribuido es de un enorme potencial a tenor
del documento. Según este hay evidencia suociente para demostrar que cuando el liderazgo no se basa en una única persona, aumenta el potencial de mejora e innovación en el nivel de la escuela. Este tipo de distribución de liderazgo permite delegar tareas
entre los diferentes agentes de la escuela y alivia la carga de trabajo de la persona al frente de la escuela. También ayuda a implicar
más activamente al profesorado en la gestión y funcionamiento
de la escuela y a diversiocar sus oportunidades laborales.
e. Fomentar la mentorización y la relación entre las personas que
lideran la escuela y el profesorado. Por último, el informe apuesta por modelos de mentorización. Por un lado, para que el director novel tenga modelos profesionales en los que apoyarse y que
le acompañan en sus primeras experiencias de liderazgo. Pero
también porque un buen líder educativo debe promover que sus
profesores educativos aprendan unos de otros mediante el apoyo
mutuo de colegas mentores. Este soporte resulta clave para mejorar la motivación del profesorado, especialmente en el caso de
docentes noveles.