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GRUPO DE INVESTIGACIÓN LEI / DOMINIOS DE ACTUACIÓN DE LEI
no deben ser un obstáculo para que las personas desarrollen su potencial,
por lo que se vincula a los valores de justicia e inclusión. Aun sabiendo
que la raíz de la desigualdad está en gran medida fuera del centro escolar,
la búsqueda de la equidad implica que desde el programa LEI se alienta al
conjunto de la comunidad educativa a desaoar las suposiciones habituales
sobre las capacidades y las posibilidades de éxito de los estudiantes. En la
práctica, el LEI propone una visión que genere una participación inclusiva, lo que implica que debe escucharse y valorarse la voz de todos, especialmente de quienes tienen menos oportunidades. También existe un compromiso explícito con el crecimiento y bienestar para todos, anclando el
liderazgo en un conocimiento profundo y holístico del desarrollo humano
(considerando las seis dimensiones que propician una educación integral),
que es el marco en el que proponemos situar el aprendizaje.
Puesto que se parte de la existencia de altas expectativas para los estudiantes, el LEI se dirige a crear una comunidad enfocada al éxito personal, profesional, social, académico y emocional de todos ellos. Para establecer este tipo de comunidad, en muchas ocasiones será preciso desaoar
y cambiar la cultura consolidada en el centro, retando los planteamientos
habituales del trabajo docente como una tarea básicamente individual.
Por el contrario, desde el LEI se promueve la responsabilidad colectiva
sobre el aprendizaje y la educación integral de los estudiantes. Ese fuerte
sentido de responsabilidad colectiva no se logra mediante normas y reglas burocráticas, sino por un compromiso profesional y personal con un
proyecto común en el que se cree, que debe ser reforzado desde la dirección del centro.
En el programa LEI, tanto la propia práctica de liderazgo como la visión, las metas y los objetivos de la escuela se someten a revisión y evaluación continua, renexionando críticamente sobre los logros obtenidos
y los obstáculos encontrados y examinando los efectos de las decisiones
adoptadas. Para ello, los líderes acuden a evidencias de carácter cuantitativo (como asistencia, comportamiento y resultados académicos de los
estudiantes), pero no se limitan a ellas, puesto que a menudo estas no
permiten centrarse en los aspectos clave que guían el trabajo del centro.
La evidencia cualitativa también resulta esencial, particularmente las
opiniones de los miembros de la comunidad escolar (estudiantes, familias y personal). En todo caso, el modelo LEI supone el progreso hacia un
ideal, por lo que siempre queda margen para el aprendizaje y la mejora
continua.
En consecuencia, la comunicación de la visión de la escuela por parte del equipo directivo a toda la comunidad educativa resulta esencial
en este programa. La generación de espacios y tiempos para comunicar
eocazmente esta visión, mediante lo que hemos denominado como un
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