HACIENDAS GANADERAS

Los peones podían comprar productos para el día a día de sus hogares,
los precios de los productos tenían un sobreprecio con el propósito de
que un trabajador se endeudara comprando a crédito con altísimos
intereses, ésta situación obligó a que los peones trabajaran casi
gratuitamente.
En muchos casos el jefe de familia moría endeudado por lo que la
deuda pasaba a la familia, entonces, ésta debía de presentarse como
servidumbre a la casa principal hasta conseguir el dinero suficiente para
completar el pago y conseguir su libertad.
La mayoría de los trabajadores eran analfabetas al no poder escribir ni
firmar los libros de registro, con una raya adquirieron su crédito que se
les había otorgado, así se administraba este negocio, las tiendas de
rayas fueron abolidas completamente a principios del S. XX
¡Todo un negocio redondo para los hacendados!
HACIENDAS GANADERAS.
Dedicadas al ganado bovino, equino y mular, que comercializaban como
animales de tiro, montura y de carga, para el rastro se utilizaba la
carne, el sebo, y las pieles.
La dieta de la población (blanca, indigena y castas) la carne de res era
el componente alimenticio primario y se abastecía de ella a las
ciudades, las pieles estaban entre los productos que se enviaban a
España, con el sebo se fabricaba jabón y velas.
Principalmente ubicadas en el norte del país, se construían algunos
corrales para resguardar los hatos (conjunto de ganado) y el costo de
mano de obra era bajo, unos cuantos pastores se hacían cargo, no se
necesitaba un conjunto de viviendas y capilla al menos si la hacienda
era muy grande.

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