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GALÁN, LÓPEZ-MESEGUER Y ARDURA / LA EVALUACIÓN DEL IMPACTO DEL PROGRAMA LEI: EL VALOR DE LAS EVIDENCIAS
Como sabemos, tras un primer año de implantación del Plan de Acción
LEI en cada centro, no se puede esperar un impacto directo en los profesores y menos aún en los estudiantes, con la limitación adicional de haber
coincidido con la pandemia (lo que claramente ha perjudicado la aplicación prevista del plan, de acuerdo con lo que han expresado los mismos directivos en el estudio cualitativo). Sin embargo, en el caso de los profesores,
sí podría tener cierto impacto indirecto en el sentido de que, al menos, les
debería haber llegado información acerca del programa LEI desde el equipo directivo (si, de hecho, se hubiera producido la comunicación de la visión y se hubieran empezado a planiocar acciones que tengan que ver con
LEI). El impacto del programa LEI sobre la educación integral de los estudiantes no se podrá evaluar hasta que el proyecto se haya consolidado en el
centro y las acciones se operacionalicen y registren a nivel del alumnado.
4.1 CONCLUSIONES GENERALES DEL DOMINIO 1:
VISIÓN DE LA ESCUELA
El primer dominio de actuación del programa LEI es posiblemente el más
importante de todos, ya que es el que posibilita situar las lentes LEI sobre
todos los elementos del centro escolar. Así, la deonición y la comunicación de una visión que responda a los principios de una educación integral debería ser el inicio de una nueva mentalidad y forma de hacer que
innuya positivamente en las decisiones sobre la organización del centro,
sobre el enfoque del currículo y sobre el desarrollo de las personas, que
constituyen los otros tres dominios de actuación.
En este primer dominio de actuación en el marco de un liderazgo LEI,
sería previsible encontrarnos idealmente con un equipo directivo que
crea en la potencia de la educación integral del alumnado para conseguir
una mejora en el centro: la educación integral sería la palanca de cambio
y de transformación del centro. Ser un líder en LEI debería implicar una
conoanza en el poder de la dirección y el liderazgo escolar para generar
transformaciones en el centro y en su personal.
Pues bien, como puede deducirse del gráoco siguiente, en el que integramos las medias de España y Portugal, habida cuenta de que las diferencias entre ambos países no son notorias, la comparación entre la línea
de base y la medida tomada al onalizar el primer año de implantación del
programa LEI, nos evidencia que, aun partiendo de unos valores muy satisfactorios en la línea de base (no olvidemos que los directivos participan
voluntariamente en el programa y están altamente motivados), el programa ha conseguido una mejora en las creencias sobre el potencial de la
dirección escolar pero, de modo muy marcado, se ha evidenciado que
la formación y el año de acompañamiento con la mentoría les ha hecho
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