FESE HandBook v03c 15112023 MEV- COMPLETO - Flipbook - Página 228
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FUNDAMENTO TEÓRICO DEL PROGRAMA LIDERAZGO PARA UNA EDUCACIÓN INTEGRAL / SEGUNDA PARTE
El ejercicio del liderazgo escolar debe tener la mayor autonomía posible,
sin menoscabo del principio de igualdad de oportunidades y sin faltar a
la equidad y a la inclusión que debe regir como criterio fundamental en la
totalidad de los centros del sistema educativo.
1. MAYOR AUTONOMÍA DE LOS CENTROS EN UN
NUEVO MARCO EDUCATIVO: LA NECESIDAD DE UN
LIDERAZGO MÁS FUERTE
Todos los grandes organismos internacionales destacan la importancia de los docentes para la mejora de los resultados escolares (Comisión
Europea, 2020; OECD, 2019; UNESCO, 2015). Pero el profesor no trabaja
aisladamente. Lo hace en un contexto institucional: el centro educativo.
Y, por ello, es crucial lo que Moya y Luengo (2018) han venido en denominar la Capacidad Profesional Docente. Para ellos, el centro actúa como un ente
integrado cuyo análisis para la mejora exige una visión holística. No es
posible mejorar la calidad educativa de un centro si no se considera a este
como un todo sistémico, desde la perspectiva de la Teoría General de Sistemas
(Bertalanffy, 1968).
En ese todo sistémico entran en juego para Moya y Luengo (2018) muchas
variables, que ellos categorizan en cuatro dimensiones: (1) la dimensión
personal, conformada por las competencias profesionales docentes de cada
uno de sus profesores; (2) la dimensión institucional, generada a partir de
las relaciones y procesos establecidos para la gestión del centro; (3) la dimensión del conocimiento, establecida desde las formas en que el conocimiento es compartido por los integrantes del centro, en gran medida, derivadas de los procesos en que la información se genera y se transmite; y
(4) la dimensión cultura escolar. Esta última compuesta por la colegialidad,
relacionada con el modo en que los profesores asumen la pertenencia a un
equipo y trabajan colaborativamente para establecer procesos sinérgicos;
y la inclusividad, que se relaciona con la promoción, desde el centro como
marco institucional, de un contexto social más inclusivo, que atiende a
las necesidades de los diversos colectivos de manera adecuada para cada
uno de ellos. La síntesis de ese modelo se encuentra en la ogura 1.