Biblia de estudio Swindoll | Evangelio de Juan - Flipbook - Página 41
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—Yo Soy* —dijo Jesús.
(Judas, el que lo traicionó, estaba con ellos).
6 Cuando Jesús dijo «Yo Soy», ¡todos retrocedieron y
cayeron al suelo! 7 Una vez más les preguntó:
—¿A quién buscan?
Y nuevamente ellos contestaron:
—A Jesús de Nazaret.
8 —Ya les dije que Yo Soy —dijo Jesús—. Ya que
soy la persona a quien buscan, dejen que los demás
se vayan.
9 Lo hizo para que se cumplieran sus propias palabras: «No perdí ni a uno solo de los que me diste»*.
10 Entonces Simón Pedro sacó una espada y le cortó
la oreja derecha a Malco, un esclavo del sumo sacerdote. 11 Pero Jesús le dijo a Pedro: «Mete tu espada en
la vaina. ¿Acaso no voy a beber de la copa de sufrimiento que me ha dado el Padre?».
JUAN 18:33
estado enseñando. 20 Jesús contestó: «Todos saben
lo que enseño. He predicado con frecuencia en las
sinagogas y en el templo, donde se reúne el pueblo.*
No he hablado en secreto. 21 ¿Por qué me haces a mí
esa pregunta? Pregúntales a los que me oyeron, ellos
saben lo que dije».
22 Entonces uno de los guardias del templo que
estaba cerca le dio una bofetada a Jesús.
—¿Es esa la forma de responder al sumo sacerdote? —preguntó.
23 Jesús contestó:
—Si dije algo indebido, debes demostrarlo; pero si
digo la verdad, ¿por qué me pegas?
24 Entonces Anás ató a Jesús y lo envió a Caifás, el
sumo sacerdote.
Segunda y tercera negación de Pedro
25 Mientras
Jesús en la casa del sumo sacerdote
12 Así
que los soldados, el oficial que los comandaba
y los guardias del templo arrestaron a Jesús y lo ataron. 13 Primero lo llevaron ante Anás, ya que era el
suegro de Caifás, quien era sumo sacerdote en ese
momento.* 14 Caifás era el que les había dicho a los
otros líderes judíos: «Es mejor que muera un solo
hombre por el pueblo».
tanto, como Simón Pedro seguía de
pie junto a la fogata calentándose, volvieron a
preguntarle:
—¿No eres tú también uno de sus discípulos?
—No lo soy —negó Pedro.
26 Pero uno de los esclavos del sumo sacerdote, pariente del hombre al que Pedro le había cortado la
oreja, preguntó: «¿No te vi en el huerto de olivos con
Jesús?». 27 Una vez más, Pedro lo negó, y enseguida
cantó un gallo.
Primera negación de Pedro
15 Simón Pedro y otro discípulo siguieron a Jesús. Ese
otro discípulo conocía al sumo sacerdote, así que
le permitieron entrar con Jesús al patio del sumo
sacerdote. 16 Pedro tuvo que quedarse afuera, junto a
la puerta. Entonces el discípulo que conocía al sumo
sacerdote habló con la mujer que cuidaba la puerta,
y ella dejó entrar a Pedro. 17 La mujer le preguntó
a Pedro:
—¿No eres tú también uno de los discípulos de ese
hombre?
—No —le contestó Pedro—, no lo soy.
18 Como hacía frío, los sirvientes de la casa y los
guardias habían hecho una fogata con carbón. Estaban allí de pie, junto al fuego, calentándose, y Pedro
estaba con ellos, también calentándose.
El sumo sacerdote interroga a Jesús
19Adentro, el sumo sacerdote comenzó a interrogar
a Jesús acerca de sus seguidores y de lo que les había
Juicio de Jesús ante Pilato
28 El
juicio de Jesús ante Caifás terminó cerca del
amanecer. De allí lo llevaron a la residencia oficial
del gobernador romano.* Sus acusadores no entraron porque, de haberlo hecho, se habrían contaminado y no hubieran podido celebrar la Pascua. 29 Por
eso Pilato, el gobernador, salió adonde estaban ellos
y les preguntó:
—¿Qué cargos tienen contra este hombre?
30 —¡No te lo habríamos entregado si no fuera un
criminal! —replicaron.
31 —Entonces llévenselo y júzguenlo de acuerdo
con la ley de ustedes —les dijo Pilato.
—Solo los romanos tienen derecho a ejecutar a una
persona —respondieron los líderes judíos.
32 (Con eso se cumplió la predicción de Jesús
acerca de la forma en que iba a morir)*.
33 Entonces Pilato volvió a entrar en su residencia
y pidió que le trajeran a Jesús.
18:5b O —El “Yo Soy” está aquí; o —Yo soy el Señor; en griego dice Yo soy; también en 18:6, 8. Ver Ex 3:14. 18:9 Ver Jn 6:39 y 17:12. 18:13 En griego ese año.
18:20 En griego pueblo judío; también en 18:38. 18:28 En griego al pretorio; también en 18:33. 18:32 Ver Jn 12:32-33.
LA NEGACIÓN DE PEDRO Jn 18:25-27 Cuando
llegas a esta escena que no quieres leer, y estudias los
acontecimientos que no quieres creer, y ves grietas en la
roca que desearías que nunca estuvieran allí, también
ves a un hombre real que fue perdonado por un pecado
real. Ves a un hombre que llegó a ser uno de los héroes
de Dios, con verrugas y todo. No hay nada oculto, solo
perdonado.
P E R S P E C T I VA S
JUICIO INJUSTO Jn 18:23-24 Jesús hizo una pregunta válida: «Si digo la verdad, ¿por qué me pegas?».
Él no obtuvo respuesta, lo cual fue la respuesta. Ellos
no tenían una respuesta. Anás, sin defensa por la forma
en que trató a Jesús, lo despachó adonde estaba su
yerno Caifás, el sumo sacerdote de turno. Este no fue
un juicio justo; nunca hubo esa intención. Esto fue un
linchamiento.