Biblia de estudio Swindoll | Evangelio de Juan - Flipbook - Página 39
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Oración de Jesús
Después de decir todas esas cosas, Jesús miró
al cielo y dijo: «Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo para que él, a su vez, te dé la gloria a
ti. 2 Pues le has dado a tu Hijo autoridad sobre todo
ser humano. Él da vida eterna a cada uno de los que
tú le has dado. 3 Y la manera de tener vida eterna es
conocerte a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo,
a quien tú enviaste a la tierra. 4 Yo te di la gloria aquí
en la tierra, al terminar la obra que me encargaste.
5Ahora, Padre, llévame a la gloria que compartíamos
antes de que comenzara el mundo.
6 »Te he dado a conocer* a los que me diste de este
mundo. Siempre fueron tuyos. Tú me los diste, y ellos
han obedecido tu palabra. 7Ahora saben que todo lo
que tengo es un regalo que proviene de ti, 8 porque les
he transmitido el mensaje que me diste. Ellos aceptaron el mensaje y saben que provine de ti y han creído
que tú me enviaste.
9 »Mi oración no es por el mundo, sino por los
que me has dado, porque te pertenecen. 10 Todos
los que son míos te pertenecen, y me los has dado,
para que me den gloria. 11Ahora me voy del mundo;
ellos se quedan en este mundo, pero yo voy a ti. Padre
santo, tú me has dado tu nombre;* ahora protégelos
con el poder de tu nombre para que estén unidos
como lo estamos nosotros. 12 Durante el tiempo que
estuve aquí, los protegí con el poder del nombre que
me diste.* Los cuidé para que ni uno solo se perdiera,
excepto el que va camino a la destrucción como predijeron las Escrituras.
13 »Ahora voy a ti. Mientras estuve con ellos en
este mundo, les dije muchas cosas para que estuvieran llenos de mi alegría. 14 Les he dado tu palabra,
y el mundo los odia, porque ellos no pertenecen al
mundo, así como yo tampoco pertenezco al mundo.
15 No te pido que los quites del mundo, sino que los
protejas del maligno. 16Al igual que yo, ellos no pertenecen a este mundo. 17 Hazlos santos con tu verdad;
17
JUAN 18:5
enséñales tu palabra, la cual es verdad. 18Así como tú
me enviaste al mundo, yo los envío al mundo. 19 Y me
entrego por ellos como un sacrificio santo, para que
tu verdad pueda hacerlos santos.
20 »No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje
de ellos. 21 Te pido que todos sean uno, así como tú y
yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y
yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que
el mundo crea que tú me enviaste.
22 »Les he dado la gloria que tú me diste, para que
sean uno, como nosotros somos uno. 23 Yo estoy en
ellos, y tú estás en mí. Que gocen de una unidad
tan perfecta que el mundo sepa que tú me enviaste
y que los amas tanto como me amas a mí. 24 Padre,
quiero que los que me diste estén conmigo donde
yo estoy. Entonces podrán ver toda la gloria que me
diste, porque me amaste aun antes de que comenzara el mundo.
25 »Oh Padre justo, el mundo no te conoce, pero
yo sí te conozco; y estos discípulos saben que tú me
enviaste. 26 Yo te he dado a conocer a ellos y seguiré
haciéndolo. Entonces tu amor por mí estará en ellos,
y yo también estaré en ellos».
Traicionan y arrestan a Jesús
Después de decir esas cosas, Jesús cruzó el
valle de Cedrón con sus discípulos y entró en
un huerto de olivos. 2 Judas, el traidor, conocía ese
lugar, porque Jesús solía reunirse allí con sus discípulos. 3 Los principales sacerdotes y los fariseos le
habían dado a Judas un grupo de soldados romanos
y guardias del templo para que lo acompañaran. Llegaron al huerto de olivos con antorchas encendidas,
linternas y armas.
4 Jesús ya sabía todo lo que le iba a suceder, así que
salió al encuentro de ellos.
—¿A quién buscan? —les preguntó.
5 —A Jesús de Nazaret* —contestaron.
18
17:6 En griego He dado a conocer tu nombre; también en 17:26. 17:11 Algunos manuscritos dicen tú me has dado a estos [discípulos]. 17:12 Algunos manuscritos dicen aquí,
protegí a los que tú me diste, con el poder de tu nombre. 18:5a O Jesús nazareno; también en 18:7.
UNIDAD Jn 17:21 Jesús oraba para que los creyentes
experimentaran unidad, no uniformidad. No espera que
andemos con uniformes cristianos. Ni espera que todos
tengamos el mismo temperamento. Nos deja ser quienes
somos. Hablando de variedad: ¡mira a tu alrededor! Todos
somos distintos. Sin embargo, todos estamos conectados
en la misma Persona. Él oró por nuestra unidad: «que
todos sean uno, así como tú y yo somos uno».
EL ARRESTO DE JESÚS Jn 18:4-11 Dos cosas sobre-
salen para mí en el arresto de Jesús. En primer lugar, Él no
había dormido esa noche, y ni una vez perdió el control de
Sí mismo. Incluso con los tortuosos procesos por los que
sería llevado en esa farsa de juicio, ni una sola vez perdería
los estribos.
En segundo lugar, lo que sobresale para mí es Su
espíritu dispuesto y sumiso. En realidad, estaba reaccionando en sumisión a la misión del Padre. Fue por esta
razón que Él vino a esta tierra. Vino a morir, y tendría que
someterse a esas autoridades injustas para que todo
transcurriera de acuerdo con el plan de Dios.
P E R S P E C T I VA S
ORACIÓN Jn 17:1 Cuando Jesús se acercaba al trono
en oración, simplemente decía: «Padre», y luego hablaba
con Dios acerca de Sus preocupaciones. Demasiadas personas se preocupan sobre cómo orar o qué decir. Nunca
deberíamos preocuparnos por encontrar las palabras
perfectas o acercarnos al trono de Dios pensando que
nuestras palabras no son dignas de ser escuchadas por Él.
Nada podría estar más lejos de la verdad. Simplemente di:
«Padre», y habla con Él como si fueras Su hijo muy amado;
lo cual eres. Él escuchará.