Biblia de estudio Swindoll | Evangelio de Juan - Flipbook - Página 37
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ustedes sabrán que estoy en mi Padre y que ustedes
están en mí, y yo, en ustedes. 21 Los que aceptan mis
mandamientos y los obedecen son los que me aman.
Y, porque me aman a mí, mi Padre los amará a ellos. Y
yo los amaré y me daré a conocer a cada uno de ellos.
22 Judas (no Judas Iscariote, sino el otro discípulo
con el mismo nombre) le dijo:
—Señor, ¿por qué te darás a conocer solo a nosotros y no al mundo en general?
23 Jesús contestó:
—Todos los que me aman harán lo que yo diga.
Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada
uno de ellos. 24 El que no me ama no me obedece. Y
recuerden, mis palabras no son mías; lo que les hablo
proviene del Padre, quien me envió. 25 Les digo estas
cosas ahora, mientras todavía estoy con ustedes. 26 Sin
embargo, cuando el Padre envíe al Abogado Defensor
como mi representante —es decir, al Espíritu Santo—,
él les enseñará todo y les recordará cada cosa que les
he dicho.
27 »Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no
puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo.
28 Recuerden lo que les dije: me voy, pero volveré a
ustedes. Si de veras me amaran, se alegrarían de que
voy al Padre, quien es más importante que yo. 29 Les
he dicho estas cosas antes de que sucedan para que,
cuando sucedan, ustedes crean.
30 »No me queda mucho tiempo para hablar
con ustedes, porque se acerca el que gobierna este
mundo. Él no tiene ningún poder sobre mí, 31 pero
haré lo que el Padre me manda, para que el mundo
sepa que amo al Padre. Vamos, salgamos de aquí.
Jesús, la vid verdadera
MOMENTO DE ORACIÓN
JN 15:1-11
Gracias, Dios, por ser la Vid y el
Labrador. Gracias por podarnos, por
purificarnos, por alzarnos del suelo,
por liberarnos para que podamos
producir fruto. Gracias por nuestra
libertad y por la esperanza que es una
parte de la obra de Tu Espíritu.
Señor, que los días venideros sean
diferentes debido a Tu santa Palabra.
Que nuestras motivaciones sean más
puras. Que nuestros pensamientos sean
más limpios. Que nuestras acciones sean
impulsadas por el deseo de glorificarte.
Oramos esto por medio de Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así
es, desbordarán de gozo. 12 Este es mi mandamiento:
ámense unos a otros de la misma manera en que yo
los he amado. 13 No hay un amor más grande que el
dar la vida por los amigos. 14 Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. 15 Ya no los llamo
esclavos, porque el amo no confía sus asuntos a los esclavos. Ustedes ahora son mis amigos, porque les he
contado todo lo que el Padre me dijo. 16 Ustedes no
me eligieron a mí, yo los elegí a ustedes. Les encargué
que vayan y produzcan frutos duraderos, así el Padre
les dará todo lo que pidan en mi nombre. 17 Este es mi
mandato: ámense unos a otros.
Odio del mundo
18 »Si el mundo los odia, recuerden que a mí me odió
primero. 19 Si pertenecieran al mundo, el mundo los
amaría como a uno de los suyos, pero ustedes ya no
ÁMENSE UNOS A OTROS Jn 15:12 Permíteme
enseñarte dos cosas acerca de este mandamiento.
Primera, está en tiempo presente: «Ámense unos a
otros». Sigan amándose unos a otros. No solo en
Navidad: cualquiera puede amar alrededor de un
árbol de Navidad. ¡Hasta el mundo hace eso! Más
bien, síganse amando unos a otros dos días después
de Navidad, cuando ya se manifiesta el tedio, y luego
durante todo el resto del año.
Segunda, observa la comparación: «de la misma
manera en que yo los he amado». Ese es nuestro
patrón. Tú dices: «¿Cómo sé cuánto se supone que
debo amar a los demás?». Pues bien, mira a Jesucristo.
¿Cuánto te amó Él? Te amó con la máxima cantidad
de amor. Ahí está la respuesta.
P E R S P E C T I VA S
»Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Él corta de mí toda rama que no produce
fruto y poda las ramas que sí dan fruto, para que den
aún más. 3 Ustedes ya han sido podados y purificados
por el mensaje que les di. 4 Permanezcan en mí, y yo
permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede
producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí.
5 »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas.
Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán
mucho fruto porque, separados de mí, no pueden
hacer nada. 6 El que no permanece en mí es desechado como rama inútil y se seca. Todas esas ramas
se juntan en un montón para quemarlas en el fuego.
7 Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pueden pedir lo que quieran, ¡y
les será concedido! 8 Cuando producen mucho fruto,
demuestran que son mis verdaderos discípulos. Eso
le da mucha gloria a mi Padre.
9 »Yo los he amado a ustedes tanto como el Padre
me ha amado a mí. Permanezcan en mi amor.
10 Cuando obedecen mis mandamientos, permanecen en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. 11 Les
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J U A N 15 : 19