Bienvenido-al-Darien-Chocoano - Revista - Página 36
NUESTRA GENTE
Bueno.... en la otra parte en Capurgana se vivía muy sabroso, digamos... teníamos
embarcaciones para ir a Acandí era a puro canalete, digamos remo, puro remo
salíamos de aquí a las 6 de la mañana y regresábamos en la noche aquí a Capurgana,
eso era muy especial, en los botes ya de aquí entonces me fui a Titumate, ya me había
casado con la esposa que tengo los ocho hijos y me estuve por Titumate y de allí fue
cuando yo comencé a hacer botes de mi propia cuenta... botes ya grandes pa velas
Cuando me regrese a Capurgana nuevamente, entonces ya me puse a ver a un maestro
que realizaban pangas con motor y viendo eso, yo me fui a los ríos con Pablo Rodríguez,
hicimos cada uno una chalupa, las sacamos por los lados de Acandí, vinimos aquí y yo la
refine, por que aprendí a refinar con un señor llamarse el Mono Soto a refinar, refine mi
chalupa, ahí donde esta hoy en día La pesquera, le puse "Mi Compañera" y la realce
con un mocho de serrucho que no cortaba casi, labraba las curvas a punta de machete,
total que yo hice mi panga, con el difunto Pacheco que me dio la mano por que la hice
y de ahí me fui soltando, soltando y realzaba chalupas pa ponerle los motores hice
cantidades.
Ya ahora con la cuestión de la pandemia, que ya estoy encuevado que no salgo a
ninguna parte, estaba tan aburrido, azarado, por que yo fui pescador artesanal 20 años
de Pargo rojo, y todo eso me estreso, entonces ya metido allí, un día estoy sentado allí
viendo televisión veo donde pasa un barco pirata, paso nuevamente, cogí el teléfono y
le tome foto, yo este barco lo voy a hacer yo y me puse y como ese ya he hecho como
10 y todos los vendí, ahora estoy haciendo una goleta sanandresana y allí me he
pasado mi tiempo hasta ahora, estoy haciendo eso.
Yo fui pescador artesanal, iba al bajo del
indio que queda a 45 kilómetros de aquí ,
hora y media en un motor 15 y tres horas a
Isletino, salía a las tres de la mañana con mi
motor hacia allá con uña y pie a marcar los
puntos donde iba a pescar que ya los
conocía por mentalidad, uno salía una
noche clara y veía donde picaban
normalmente, en la mente guardaba los
puntos para luego colocar los puntos, ya
cuando vino el GPS hay un montón de
navegantes pa ya que no saben lo que se yo,
a veces se iba y volvía el mismo día, otras
veces eran salidas de tres días y dormíamos
en una isla por allá